-¿CÓMO SÉ TE OCURRE ALIARTE CON TAL TIPEJO?-me gritó Thomas en cuanto estuvimos fuera del radar de nuestros jefes.
Me tapé los oídos, si seguía escuchando su berrinche iba a golpearle.
-¿Puedes callarte una maldita vez en tú vida?-repliqué frustrada.
Golpeó su puño contra la pared-, No me ordenes que hacer maldita sea, ¡DESAPARECISTE POR CINCO PUTOS AÑOS!-reclamó enojado-. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué te abrace y te felicite? ¡PUES NOO!
Me dará un dolor de cabeza, y luego uno en mí puño porque estaba a punto de golpearle.
-Sé que lo que hice estuvo mal, pero...
-¿QUÉ ESTUVO MAL? JAJAJA-me interrumpió riendo sarcásticamente.
Rodé los ojos, había colmado mí paciencia.
Dirigí mi puño hacia su barbilla y lo golpeé lo más fuerte que pude-, ¡Qué te calles maldita sea!
Nunca habíamos peleado de ésta manera, sólo una vez cuándo éramos niños, pero se lo había ganado.
-Al menos tú fuerza es lo único que no ha cambiado-expresó tocándose la barbilla.
Traté de reprimir él impulso de volver a golpearlo. Se supone que me había marchado de New Orleands para proteger a mí familia y que no se enteraran del por qué me había ido.
-No quiero verte Thomas, no les digas que me haz encontrado-le advertí amenazadora.
Me miró incrédulo -, ¿Pero quién mierdas eres? No les puedes hacer eso, llevan años buscándote -escupió con recelo.
Gruñí con frustración, era un estúpido cabezudo, al igual que yo.
-¡Puedo y lo haré!-respondí mirándolo seriamente-. Ahora que lo pienso bien, ¿Qué haces tú con ese tío?-cuestioné analizando la situación.
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La Hacker
Teen FictionTodos en el instituto Afton le tienen miedo a Keitlen. ¿La razón? La chica es la ama en la tecnología, lo sabe todo, la última vez que alguien la desafió, el pobre chico tuvo que cambiarse de instituto. Pero alguien está empeñado en conseguir toda...