Capítulo 19: El llano en llamas.

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-¿Tienes algún arma?- Daniel preguntaba apresurado, Yoshua asintió con la cabeza. -Bien, entonces disparala y salgamos de aqui- Daniel dio respuesta a lo que veía en menos de 30 segundos, sabía que si disparaba el sonido los atraería, pero tenía fe en que vendrían en linea recta creando un tipo de cono ya que no habría nada más que llamara su atención que la ubicación del disparo.

El grupo de humanos salió con fluidez del lugar donde estaban, sonó un revolver que contaba con ahora 5 balas, y procedieron a avanzar tratando de alcanzar a salir por en medio de entre el conjunto y el río. A pesar de tener prisa no corrían, ni siquiera trotaban, ya que era probable que tuvieran que usar sus energías más adelante.

El llano era exageradamente largo, Daniel podía ver que del cono de cientos de objetos que caminaban a paso lento 3 o 4 se salían del conjunto, a lo que el tacho de humanos con condiciones físicas por excelencia, pero tenia fé en que al estar enlevados con el sonido previamente hecho no los alcanzarían a ver, los árboles extrañamente más verdes de lo habitual servían para camuflajearse un poco, el astro rey estaba en su apogeo lo que traía por respuesta que sus sombras apenas se divisaban entre el pasto que les llegaba a los talones, Daniel podía notar que la naturaleza estaba revolucionada desde que el apocalipsis empezó, pero sabía que no era tiempo de ponerse a meditar sobre el tema. Los cuatro seguían caminando en linea recta cuando Daniel escucho un sonido y de inmediato les hizo una seña de alto al resto del grupo.

Un objeto de 1.90 metros y al parecer más de 120 kilos se acercaba a ellos, Daniel no había calculado que el conjunto no eran todos los objetos de la zona, pero ya era demasiado tarde, sabía que en el mejor de los casos se encontrarían con unos cuantos en el camino.

Le hizo una seña a Yoshua para que no usará su arma, pues prácticamente sería un suicidio ya que en el lugar donde estaban, quedarían encerrados, sin embargo, no tenían armas blancas, ni siquiera un trozo de madera, el objeto se encontraba a unos 10 metros del grupo, Daniel sin avisar empezó a correr de forma en que quedara paralelo a el y perpendicular al grupo, acto seguido corrió con dirección al mounstruoso objeto, cuando faltaban unos 3 metros para llegar con el, Daniel salto  con las suelas de sus zapatos por delante asegurándose pegarle justo en las rodillas, lo golpeó con un ángulo de tal forma que a pesar de que la inercia del golpe lo hiciera caer sobre Daniel, no pudo sujetarlo ni morderlo, ya que había caído de lado, Daniel al hacer contacto con el suelo giro sobre su eje un par de vueltas para alejarse lo más posible él.

-Vamos, ya no podrá alcanzarnos ni nada-. Daniel observó al grupo con una leve sonrisa al tiempo que una pequeña gota de sudor resbalaba por su frente, se acerco al grupo y tomo de la mano a su amada, procedieron a seguir avanzando.

-Eres un muchacho muy valiente-. Adriana elogiaba al simple chico.

-Solo lo parezco, en verdad estoy temblando de miedo, lo único que puedo decir es que desde que todo cambio, es mejor actuar que no actuar, sin importar el contexto en el que nos encontremos-. Daniel volvió a hacer otra seña de "alto".

Un objeto que al parecer antes era una humana en adolescencia se acercaba a ellos, Akane no pudo ignorar que tenía cierto parecido físico con ella y se pregunto para sus adentros como se vería si llegara a ser transformada en una de esas cosas, pero se mantuvo en silencio.

-Este me toca- Yoshua trataba de no dejarle toda la carga al chico de ojos marrón, se acercó a un árbol grueso y fuerte usando su propio peso para reventar una rama con la cual después se encargaría de un seco y fuerte golpe sobre la sien del objeto femenino.

Paso una hora desde que salieron de su refugio, habían pasado 30 minutos desde el último objeto, a lo lejos se podían observar centenares de objetos que caminaban en sentido semi-opuesto al suyo, los 3 o 4 que se adelantaron ya no se alcanzaban a divisar.

La meta era seguir un par de horas, el grupo contaba con un bote con agua cada uno pero ya empezaban a consumirlo, el terreno empezaba a ser más poblado por árboles, Daniel arrancaba 3 ramas de 1 metro aproximadamente para usarlos como posibles armas al tiempo que  prestaba suma atención con su vista y oido, sabía que cada vez era más difícil de darse cuenta si alguien o algo iba hacia ellos, platicaban en ratos y se daban animos entre todos, pasaron 45 minutos más cuando Daniel escucho un sonido:

-Esperen, alguien viene hacia nosotros, el sonido del pasto siendo aplastado volvio a escucharse pero esta vez en otra dirección, Daniel no tardo ni 5 segundos en razonar que eran 2 objetos, el grupo se unió de forma que ningún campo visual quedara ciego, cada quien preparaba su rama previamente arrancada, Daniel al lado de Yoshua servirían de linea frontal, sin embargo fue la oji-azul quien observo al primer objeto, lo señalo pero nadie se movió, tenían que ubicar al otro, el anteriormente visto se encontraba a 15 metros pero se perdía de vista entre los árboles, se empezaban a escuchar mas sonidos similares de diferentes direcciones, ninguno en el grupo veía algo más, Daniel se adelanto a por el primer objeto sin antes decirles que no se separaran, que los demás aún estaban lejos ya que no estaban en su pequeño alcance visual, le propinó un golpe en los pies para después ya en el suelo poder golpear su cabeza sin ningún problema, al levantar la mirada pudo reconocer 3 objetos más, y escuchar otros tantos, se reagrupó señalando la situación, se dieron cuenta de que no era un grupo pequeño, Daniel sugirió que se alejaran unos metros entre ellos, ya que en espacio reducido eran más fáciles de atacar, uno a uno empezaban a acercarse, podían ver 5 objetos que procedían a convertirse en 12, Yoshua como pudo elimino al primero, pero sacrifico su rama, Daniel le quito un segundo objeto que llegaba por un costado hacía Yoshua, trataban de tumbarlos para que no avanzaran, 2 objetos más avanzaban por un costado hacía el par de mujeres, Akane trató de alejar a uno asumiendo que Adriana podría con el segundo, Yoshua y Daniel repartían golpes como podían, dejando ver que ninguno de los dos estaba acostumbrado a repartir golpes, Akane como pudo se deshizo del objeto con el cual le toco danzar, mientras se levantaba escucho un grito femenino: Adriana había caído mientras trataba de alejarse del objeto, el humano más cercano a ella no podría llegar en su auxilio, Daniel sabía que Yoshua cometería el error más grande en toda su vida, sin embargo en vez de detenerlo utilizo todas sus fuerzas para liquidar a los que podía de manera más rápida, a la mitad del número de objetos sonó un disparo en todo el llano.

-Guarda tus 4 balas, con suerte solo necesitaremos esas- Daniel procedió a acabar con el conjunto restante y empezó a correr con todo el grupo.

La muerte olvidó la tierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora