Llegaré a tu corazón

Capitulo 13: Eres un exhicibionista

Capitulo 13: Eres un exhibicionista

James

Muchas veces he tenido desde hace días arranques de ir a visitarla, pero me entra la cobardía y simplemente no me atrevo.  Tal vez mi cobardía se deba a que no quiero ver en sus ojos el rechazo que siempre demuestra o solo tal vez quiero darle un poco de espacio.  No voy a negar que me moleste su actitud tan agresiva, pero eso en cierto modo la hace especial.

¡Un Sábado en la oficina y ya había caído la noche! Tan poco social es mi vida, pensé aventando el bolígrafo al suelo.  Ya lo había decidido hoy no se salvaba de que fuera a su departamento ya una semana fue demasiado y ella no puede estar enojada conmigo toda la vida.  Además el regalo que le envíe debió calmar un poco su mal genio.  Eso espero porque si no ella es capaz de aventarme de la ventana por ése beso que no puedo sacar de mi cabeza. ¿Qué mujer besaba como ella?  Ninguna, porque ninguna mujer ha causado un estremecimiento en todo mi cuerpo y Claire con solo un beso lo consiguió. ¿Qué más tengo que hacer para acercarme a ella?

Sin darme cuenta ya estaba frente a su edificio y salí del auto como el hombre que soy para conquistar a ésa mujer.  Salude al portero y entre al ascensor como si ya estuviera acostumbrado a subir y bajar este edificio.  Por un momento sentí que el ascensor comenzó a fallar, pero no le preste atención.

Respire hondo y toque la puerta, era ahora o nunca. Me recosté en la pared frente a su puerta esperando que abriera y unos segundos luego abrió la pelirroja.

—James, ¿Qué haces aquí? — pregunto ella pegándose a la esquina de la puerta con una sonrisa pícara.

—iba de paso y me quise saludar a Claire — mentí descaradamente y hasta estúpido me sentí por dar ésa excusa tan tonta.

—James por favor ésa excusa es horrible.  Una porque es muy vieja y otra porque ya los hombre no dicen eso — dijo soltando una sonora carcajada y yo bufe.

— ¿Tienes que burlarte en mi cara, Susana? — pregunté haciéndome el enojado, pero en realidad no lo estaba solo bromeaba con ella.

—Sí, porque me encanta molestar — dijo encogiéndose de hombros y luego comenzó a recoger su melena roja en una coleta.

—Susana vine a ver a Claire no a ti — dije enarcando una ceja y ella sonrió avergonzada dejándome pasar.

Su departamento era grande y las paredes de la sala eran color lila.  Tenía un mueble largo blanco en una esquina y frente a este una pequeña mesita para luego encontrarse con un televisor de pantalla plana sobre una mesita negra a juego.  A los lados del televisor había dos floreros grandes en cristal y las flores que llevaba eran rosas blancas.  La decoración era muy bonita, se notaba que era una mujer la dueña de esté departamento. Al contrarió el mío fue mandado a decorar por mí madre ya que yo no tengo tiempo para eso y quedó digno de un hombre soltero.

— ¡Susy, ¿Quién era?! — la escuche gritar desde algún lugar de la estancia.  Al escuchar su voz mi corazón se disparo y ya ansiaba con verla cruzar el umbral.  ¿Qué dirá o pensará cuando me vea? De seguro me grita y me echa a patadas, pero soy lo suficiente hombre para aguantarlo.