Capitulo 26: Eres mi sueño

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Capitulo 26: Eres mi sueño

 Claire

Después que James me hubiera ayudado en mi departamento y escuchado atentamente lo que yo le quise contar han pasado dos días.  Estamos en una cabaña de ensueño parecida a las casas de árboles que los niños casi siempre quieren que le hagan, pero está es mucho mejor.   Para poder llegar a ella tiene un puente enorme de madera que en la noche es iluminado por faroles.  La casa es en pura madera por dentro y por fuera, pero muy bien reconfortante por dentro.  Tiene una enorme chimenea en donde algunos muebles acojinados están cerca.  La cocina es pequeña,  pero tiene todo lo necesario y la nevera está extremadamente llena.  Por un momento pensé que nos íbamos a quedar más de dos semanas, no es así, pero tampoco me importaría.   Además la casa tenía tres habitaciones espaciosas la cual yo ocupaba una y James otra. 

Aquella noche me confesó que me amaba y rebosaba de alegría cada vez que recordaba sus palabras.   Yo que le dije, ¡Nada! No quería apresurarme para luego salir herida, pero muy adentro de mí sentía que él no me haría daño y que estaba hecho para mí. ¿Lo amaba? Creo que sí porque él solo imaginar que esté con otra o que alguna mujer se le acerque me siento furiosa.

— ¿Lista para pescar un pececito? — pregunto mi rubio sosteniendo dos cañas de pescar y una caja larga rectangular en donde tenía los anzuelos.  Él llevaba un pantalón corto algo playero azul con blanco y unos tenis.  Además de una camisilla negra dejando ver su musculoso cuerpo sin faltar ésa linda sonrisa que muchas veces me hacía sentir nerviosa.

— ¿Un pececito? Te equivocas amor yo pescaré un gran pez y tú no tendrás la dicha de pescar ni uno — me acomode mi gorra negra y me acerque a él rozando mis labios con los suyos a lo que él soltó una sonora carcajada.

—Eso lo veremos hermosa — se burlo abriéndome la puerta para que yo saliera primero.   Caminamos uno al lado del otro por el precioso puente de madera.  Para luego adentrarnos más al bosque.  Sí, estábamos en el bosque alrededor de muchos árboles de más de quince píes de altura.  ¿Cómo rayos hicieron una cabaña en tan apartado lugar? 

No tardamos mucho en llegar a un gran río que corría haciendo ése ruido que me encantaba y relajaba.  James se sentó sobre una piedra y yo en la  otra cerquita de él.   En lo que él preparaba las cañas yo cerré los ojos sintiendo la frescura del viento alborotando mi cabello. 

—Cuando estás así de tranquila me siento más atraído por ti — dijo James pasando sus manos por mi cuello suavemente.  

—Es que tú eres el culpable de mi tranquilidad, tesoro — suspire abriendo mis ojos y inclinando mi cabeza hacia atrás viendo como sus ojos me miraban llenos de amor.

—Me gusta saber eso, pero ven que quiero ver tus dotes de pescadora - me dio la caña de pescar y me explicó dos o tres veces lo que tenía que hacer.  Llevábamos un buen rato bromeando, es decir, yo me burlaba de él.   Como había predicho yo había pescado más de cinco grandes peces y James sólo pescó un pececito que podría servir de carnada.  —. Mi amor ¿me prestas tú pececito? Es que lo necesito — dije tratando de aguantar la risa y él se quedo viéndome serio.

—Muy chistosita mi amor — dijo con la mandíbula apretada para luego comenzar a reírse.

Dé un momento a otro el cielo comenzó a teñirse de gris para luego comenzar a caer un fuerte aguacero.  Tomamos nuestras cosas y salimos corriendo para irnos a la cabaña.  Estábamos empapados cuando pusimos los píes dentro de la cabaña.  La ropa se nos pegaba a nuestro cuerpo y si no queríamos resfriarnos deberíamos cambiarnos pronto.

Llegaré a tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora