Capitulo 2: ¡ANIMAL, MIRA POR DONDE CAMINAS!

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Capitulo 2: ¡ANIMAL, MIRA POR DONDE CAMINAS!

Desperté ansiosa lista para el viaje.  Había logrado organizar todo en cuatro días y ya estaba emocionada por ver a mi hermana.  Llegaría de sorpresa ya que hace meses largos que no nos vemos.  Entré al baño caminando de puntitas para que no me invadiera el frío del suelo por todo mi cuerpo.   Me quité el pijama blanco de pantalón corto y camisa de manguillo para luego entrar a la ducha.

Salí del baño después de estar un buen rato en el agua.  Me envolví en la toalla y comencé a vestirme con toda la tranquilidad del mundo.   Cuando sonó mi móvil avisándome que había entrado un mensaje.

Claire, ¿Dónde estás? Hace medía hora que tenías que haber llegado. Apúrate — leí soltando  rápido mi móvil y apurándome a vestirme.

Me puse un jeans ajustado azul oscuro y una camisa negra de mangas largas porque en Londres ya estaba nevando y eso que estábamos en pleno noviembre.  Me maquille un poco, aplique brillo labial y deje mi melena suelta.

Tomé mi bolso, mis dos maletas y salí corriendo dejando atrás mi pequeño departamento.  Una vez fuera del edificio tomé un taxi.  Solo esperaba que no hubiera mucho tráfico porque no podía darme el lujo de perder el vuelo.  El taxista solo tardo quince minutos gracias a Dios porque Susana me mataría si no llegaba.  Mi amiga le tenía miedo a los aviones y era toda una travesía hacerla montarse en uno.  Además era mi deber estar a su lado para tratar de tranquilizarla.

El aeropuerto estaba concurrido y más a esta hora que son las siete y media de la mañana.  Solo tenía diez minutos para abordar el avión y tenía que facturar mis maletas.  Después de varios minutos haciendo fila, logré facturar mis maletas.  Entonces si tenía que correr para llegar a tiempo,  solo me quedaban cinco minutos y tenía que lograrlo.

Comencé a correr como una desquiciada por el aeropuerto, pasando por distintas salas de abordaje.  A lo lejos pude divisar a la melena roja de mi amiga que me hacía señas con las manos de forma desesperada.  En realidad no sabía quién de las dos era más loca, ¿si ella o yo?  Cuando ya estaba llegando me tropecé con alguien que me hizo caer de espaldas y para completar me había echado encima su café. 

— ¡Animal, mira por dónde camina! ¡No vez como me dejaste! — le grite furiosa levantándome del suelo mirando con el ceño fruncido a ese hombre que se había interpuesto en mi camino. 

El hombre era guapo no lo podía negar y tenía que tener más o menos mi edad. Era un hombre alto, blanco, fornido, su pelo era rubio, tenía unos labios finos y unos ojazos azules claros hermosos.  El torpe estaba vestido como el típico hombre de negocios y me miraba con los ojos abiertos como platos. ¡Ahora se hace el sorprendido!

—Tú eras la que corrías como una loca. Tú eres la que deberías de mirar por donde caminas —respondió con esa voz tan varonil mirándome de arriba a abajo. ¿Acaso tengo cara de bizcocho para que me mirara tanto?  Todos son unos pervertidos, te desnudan con la mirada.

—Ja ahora yo tengo la culpa, eres un...

— ¡Claire cállate y vámonos que vamos a perder el jodido avión! — me grito mi amiga halándome del brazo y el rubio me regalo una sonrisa.  ¡Se estaba burlando! ¡Y ni siquiera se disculpo! 

Llegaré a tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora