Llegaré a tu corazón

Capitulo 22: Defiende lo que es tuyo

Capitulo 22: Defiende lo que es tuyo

 

Claire

Dos semanas habían pasado desde que comencé a salir con James y cada día me siento más atraída por él.   Es muy cariñoso, atento y me besa como si fuera un frágil cristal.  Hoy se lo presentaría a mi familia en el cumpleaños de Ryan.  Mi hermana dijo que sería en la piscina de su casa y vendría mi tía con mi prima Matilde con la cual no me llevaba muy bien del todo. 

James venía a recogerme a las diez y media porque mi hermana necesitaba un poco de ayuda.  Me puse unos jeans cortos negros, una camisa de tirantes verde menta y unas sandalias blancas.  Busqué una bolsa playera blanca que había comprado cuando estuve en los Estados Unidos y le eche mi traje de baño, dos toallas y ropa adicional para cambiarme luego.  Me deje el pelo suelto y me aplique delineador.  

— ¡Entra está abierta! — grite al escuchar el timbre sabiendo que era James el que había llegado.  Mientras tanto yo le daba de comer a mi perro travieso.  Tomé mi bolso, mi móvil, el regalo de Ryan, las gafas para el sol y me encontré con James sentado en el mueble con la cabeza recostada sobre el respaldar.  Él llevaba un pantalón playero color azul oscuro y una camiseta blanca ceñida a su musculoso cuerpo. 

—Si estas cansado no es necesario que vayas — dije mordiéndome el labio inferior, pero deseando que no cambiara de opinión. Él me miro con ése brillo especial en sus ojos y me sonrió.

—Claro que es necesario, quiero compartir contigo y conocer a tú familia — me tomó de la cintura y me dio un sonoro beso en los labios que me causo risa.

— ¿Y tú sobrina? Me habías dicho que la traerías — pregunté extrañada porque él me había comentado que Annie estaría feliz de compartir con nosotros.  

—Mi hermana no quiso que la traerá y me dolió mucho dejarla llorando — dijo frunciendo el ceño bastante molesto y yo le di un fuerte abrazo para que se relajara un poco.  

—Ya será en otra ocasión,  pero vámonos que después mi hermana comenzará a llamar y no te recomiendo enojar a una mujer embarazada — dije apuntándole con el dedo y él comenzó a reírse.

Los dos entramos agarrados de las manos y yo sentía los nervios a flor de piel.  James era el primer novio que traía a la familia y más después de tanto hablar de que no me verían del brazo de un chico.  Solo pensaba en la cara que Damián me pondría y todas las bromas que me jugaría y se me revolvía el estómago.  

— ¡Kelly! — grite desde la sala y escuché murmullos en la cocina así que nos encaminamos hacia allí.  Ya toda mi familia estaba en la mesa; mi mamá, la tía Martha, mi prima Matilde incluyendo mi hermana con su esposo y mis sobrinos.  

Mi madre lucía un poco más mayor su pelo castaño que ya tenía canas le había crecido más abajo de los hombros y seguía siendo igual de delgada que se le notaba por esos jeans blancos demasiado ajustados para su edad y la parte superior de su traje baño color amarillo.  Cuando sus ojos se posaron en mi se le vieron más verdes que antes y corrí abrazarla.  Hace un año no la veía y habíamos logrado conocernos mucho mejor que antes cuando mi padre estaba con nosotras.