Casada Con Mi Mejor Amigo H.S.

Capítulo treintaitres

Escucho la puerta de mi casa al pasar unos minutos, camino lentamente y nerviosa. Abro la puerta y me encuentro con la cabellera castaña de mi amiga.

–¿Estas bien? Tu llamada me asustó– entra a mi casa sin que yo se lo pidiera. Suelto un suspiro y cierro la puerta detrás de mi.

–Claro, pasa– digo sarcástica para ir con ella.

–Calla, señorita "¿Puedes venir? Tenemos que hablar"– imita mi voz.

–En primera, yo no hablo así...

–Vamos, Lea, estaba ayudando a mi mamá hacer la comida y si me pierdo el pastel de carne de mi madre te mataré. Así que habla rápido y espero que no sea una tontería.

–Me voy a ir a Nueva York– suelto de golpe. Miro a mi amiga la cual estaba seria mirándome directamente a los ojos –Y creo que me iré sin decirle a Harry– rápidamente mi amiga se pone de pie y no tardan dos segundos para que sienta un horrible dolor en mi mejilla izquierda. Blair me había golpeado. –¿¡Que mierda te pasa!?– me pongo de pie mirando a mi amiga.

–¿¡Que mierda te pasa a ti!? ¡Lea! ¡Por Dios! ¡Tu ya tienes una jodida carrera! ¿¡Acaso no recur esas que estudiaste gastronomía!?– me mira con rabia. –¡Eres una jodida egoísta! ¡Dime Lea! ¿¡Acaso pensaste como se va sentir Harry cuando te vayas!?

–¿¡Así como él lo hizo cuando estuvo con Skyler!?

–¡Cosa que no fue cierta!– grita y se toma del cabello suspirando pesadamente. –Dime Lea Davenport, ¿¡Que se siente jugar con los sentimientos del chico que te ama y que es tu mejor amigo!? ¡Dime que se siente!– iba hablar pero ella me interrumpe. –¡Y no te atrevas a decir que no lo haces! Por que como le llamas a alguien que primero besa a un chico, le dice que lo amas, y luego lo alejas– me mira con rabia y yo sólo bajo la cabeza. –tu te vas y no sólo pierdes a Harry, me pierdes a mi, a Jacob y a Niall.

–¡No metas a Jacob en esto!– le grito casi llorando.

–A él también le afecta eso, Lea. Él pobre niño ya perdió a sus padres biológicos y ahora perderá a otros padres, por que la mamá tuvo una jodida idea para acabar con la felicidad de su familia.

Me quedo callada y comienzo llorar aún más. –T-Tienes razón.

–Claro que la tengo– Suelta un suspiro y toma su bolso. –Lo siento, pero estoy demasiado enojada contigo y no quiero verte.

Y sin decir más mi amiga se fue de mi casa. Me sentía mal. Camine hacia la mesa donde se encontraba mi laptop con la pagina de la universidad. Yo realmente pensaba que ese era mi futuro, había estudiado gastronomía hace ya 3 años, pero desde ese entonces no había encontrado un trabajo estable.

Cierro mi laptop, la dejo sobre la mesa junto con mi celular. Camino hacia la cocina y busco algo en la alacena, cuando tomo mis papas fritas puedo ver un maletín negro. Frunzo el ceño y saco el maletín. Reconocía este maletín, me lo había regalado mi padre cuando me gradué. Llevo el maletín a la mesa y lo abro lentamente, y allí estaban la colección de utensilios de plata fina, los saco lentamente con una sonrisa. Ladeo mi cabeza al notar como había algo debajo del fondo. Saco aquel papel con algo escrito:

"Local 426, calle walfort: propiedad de Lea Davenport"

–¿Tengo un local?– susurro y rápidamente salgo de la cocina con el papel en mis manos.

Tomo mi celular y mis llaves. Salgo de mi casa sin avisar, subo a mi auto y comienzo a conducir a la dirección del papel. Después de unos minutos llego hacia donde el local, bajo y veo aquel local grande de dos pisos, se veía viejo y olvidado. Me acerco a este y al querer entrar no puedo, estaba con llave.

–¡Mierda!– gruño mirando la puerta. –¡Papá!– rápidamente llamo a mi papá mordiendo mi labio.

–Hola, mi niña

–¡Papá! ¿Me habías regalado un local?– lo escucho suspirar.

–Fue hace 3 años, recuerdo que me dijiste que era algo sencillo, pero lindo.

–Papá...– en ese momento comprendí por que a mi papá no le gustaba que tocaramos el tema de que intentará buscar trabajo. –Yo no lo había visto, lo acabo de encontrar, pero está cerrado y... No tengo la llave

–Está en tu llavero, la llave azul

Sin pensarlo mucho pongo la llave azul de mi llavero en la cerradura y abro la puerta, entró al local con una una sonrisa. El local era perfecto, era amplio y estaba vacío, tenía unas escaleras grandes y podía apreciar la puerta de la cocina.

–Papá... Es perfecto– susurro

–Espero que eso te haga reflexionar cariño, me tengo que ir.

–Adiós papá

La llamada terminó y comienzo a caminar por el local, se veía realmente perfecto para mi. Sonrío ampliamente bajando la mirada y viendo las llaves. ¿En serio me quería ir? ¿Perder todo?

[...]

Suspiro por última vez y toco la puerta de la casa de Harry, según lo que el me había dicho en la mañana él estaría sólo en casa.

Espere unos sengudos y escucho la puerta abrirse, pude ver a Harry limpiando su ojo derecho con su mano, tenía el cabello un poco desarreglado. Al verme su sonrisa aparece.

–Nena, ¿Que haces aquí?– su voz era ronca, estaba segura de que acababa de despertarse.

–¿Vine en mal momento?

–Nunca es mal momento para verte– sonrío ampliamente

–Tengo que decirte algo– susurro aún con una sonrisa.

–Pasa, cariño– se hace a un lado dejándome pasar –¿Pasa algo?

–Harry... yo– suelto un suspiro. –me iba a ir a Nueva York...

–¿Espera?– se queda callado. –¿Me ibas a dejar?

–Pero no lo haré, iba a ir a la Universidad y...– me detiene viendo mis ojos.

–Si quieres ir– suelta un suspiro y toma mis manos –ve, yo no soy nadie para detenerte– intenta sonreír, pero no puede.

En ese momento tomo sus mejillas y lo acerco a mi. –Sí eres, eres el chico que amo– beso sus labios cortamente –Y no, no me iré de tu lado nunca.

–Cariño, no quiero ir a Nueva York– susurra haciendo una mueca.

–Y no iremos a Nueva York... voy a cumplir mi sueño...

–Hablas de...

–Sí...– Asiento con la cabeza– abriré un restaurante– digo divertida.

–Oh... yo pensaba que... tu y yo...

–Quiero volver a estar contigo– acaricio su mejilla y el Sonrie viendo mis ojos.