TERRANOVA -[Gay/Yaoi]

¿Quien eres tu? Pt.1

—¡Una semana! ¡Una maldita semana estaré castigado! —gritaba HoSeok enojado mientras caminaba de un lado a otro—.

HoSeok se encontraba furioso, y el culpable de eso era NamJoon; ambos habían tenido una de las experiencias con más adrenalina que jamás hubiesen tenido en lo llevaban de vida. Después de aquella extrema noche, HoSeok y NamJoon regresaron pero no a su habitual dormitorio. La diferencia de distancia entre la frontera y sus dormitotios era bastante, por lo que lo más lógico fue pasar la noche en un hotel  que quedaba de paso y a la mañana siguiente se irían juntos directo a la universidad. Sin embargo, lo que desconocían en ese momento era los padres del propio HoSeok habían llegado esa misma noche al departamento del chico solo para llevarse la decepcionante sorpresa de que su hijo no está ahí. Sumando también el hecho de no haber aparecido en las próximas horas y que se vieron obligados a buscar un hotel después de esperar un largo tiempo en la puerta. El interrogatorio que surgió para HoSeok después de eso, fue una historia a parte.

Ahora en el pasillo, NamJoon recargado en la pared, sostenía el celular de HoSeok  buscando entre su información, mientras que el otro maldecía.

—Relájate HoSeok, no te fue tal mal. Una semana se pasa volando. —dijo el moreno mientras que con su mano hacia unas señas imitando el movimiento del viento.

—No puedes pedirme que me relajé, todo esto tambien es tu culpa. —se detuvo en seco y miro de frente a NamJoon señalándolo con su dedo acusador.

—Hey, en primer lugar yo no te pedí que me llevaras a ese lugar, y en segundo... bueno no hay segundo, pero no me pides culpar por eso ¿entiendes?

—¡Ah! Y como diablos no te voy a culpar si por tu irresponsabilidad fuimos descubiertos. ¿Que pasó por tu cabeza NamJoon? Tomar un fotografía, y yo que también estuve ahí de idiota dándote el móvil—se sostuvo en entrecejo a la par que dejaba salir una gran exhalación—. Entiendes que no podrás verlo de nuevo, ¿verdad?

Triste. NamJoon dejó el celular y lo miro.

—Lo sé perfectamente. —sabía muy en el fondo, la probabilidad de que nunca le vería de nuevo era un hecho total.

—Oye —HoSeok se acercó lentamente sintiéndose culpable tras su comentario—. Perdóname, no pretendía ser tan...

—¿Estúpido? No te preocupes, también se eso perfectamente.

Suficientes palabras para que ambos se echaran a reír,  tanto que, incluso algunos profesores que pasaban por el pasillo se detenían a pedirles que guardarían silencio, en respeto por los estudiantes que se encontraban dentro de las habitaciones del mismo piso.

Se despidieron y cada uno se dispuso a seguir su camino hacia sus clases. NamJoon tenía que cruzar tres edificios antes de llegar  al que le correspondía. Salón quince, piso cuatro. El moreno entró en el lugar, dejó su bolso dentro de un casillero que en esas aulas podías encontrar en la parte trasera. Cada casillero contaba con un detector de huellas. Sería un reto total el que algo lograse salir de ese pequeño lugar sin que el dueño del casillero lo notara.

El día no fue diferente al resto de lo que comúnmente está acostumbrado. Como siempre, asistía a sus clases desde muy temprano, tomaba un descanso para poder alimentarse y de nuevo volvía a su clases a seguir con el protocolo que le corresponde en el día.

Ese día NamJoon no tenía nada en especial que hacer, regresaría a su casa a darse un baño y dormirá un poco antes de sentarse a estudiar. Se sentía bastante cansado, no durmió absolutamente nada en el hotel, lo ruidos, el frío y sobre todo, aquel chico, no lo dejaban disfrutar de un buen sueño... en especial el último. El moreno se la pasaba pensando en el joven de aquella noche. Podría recordar con claridad cada párate de su cuerpo, rostro, piel, todo vaya.