Un buen día de campo

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NamJoon giró la cabeza y vio la residencia Jung. Los jardines era verdes y la casa tenía una fachada simple con tonos banco y negro, teniendo un diseño muy moderno.
Las luces se encontraba encendidas, eso quería decir que los padres del chico estaba aún en casa. NamJoon bajo el cristal del auto y miro el cielo. Aún se encontraba  un poco oscuro, el sol no había salido por completo pero aún así, con la poca luz que proporcionaba podía ver muy bien los alrededores.

—Aún no a amanecido del todo. —dijo el moreno aún dándole la espalda al otro.

—Supongo —miro el reloj del la pantalla del auto móvil y siguió—. Son las seis y cuarenta, llegamos más temprano de lo que pensé.

—Bueno, deberíamos entrar de una vez.

Ambos bajaron del coche y tomaron las maletas del porta equipaje. Mientras caminaban se toparon con un perro banco, algo grande y con el pelaje rebelde. Corrían frenéticamente hacia HoSeok y en lo que es nada,  este ya se encontraba posado sobre su trasero y el piso. El cachorro se encontraba felizmente saltando y lamiendo las mejillas del castaño.

— ¡Rick, los muchachos ya llegaron! —gritó un voz madura desde el interior de la casa.

Era nada la su nada menos que los padres del chico quienes salieron a recibirlos. Dos hombres de estatura promedio salían de la casa, uno de ellos con los brazos abiertos hacia NamJoon quien enseguida correspondió el abrazo, y su acompañante.

Sus nombres eran Rick y DaeHyun. El primero (Rick), era un tipo alto, maduro y serio, el color de su cabello era castaño con algunos mechones blancos. Sus aficiones no eran muy complicadas. Le gusta ir a pescar y jugar tenis cibernético,  vestía un cómodo short blanco con una camiseta del mismo color y unas sandalias sencillas.
El segundo, (DaeHyun) un hombre más bajo pero con un buen cuerpo, con su cabello negro y sus ojos verdes, este es todo lo contrario a su esposo, sabía cómo expresarse y lo que siempre los caracterizaba era la alegría que irradiaba. Sus pasatiempos son cocinar  y la investigación, tenía un laboratorio en el sótano de su casa lo suficientemente grande como para hacer una piscina enorme ahí a dentro.

—Que bien que ya se encuentren aquí. Me alegra verte de nuevo NamJoon. —hablo DaeHyun rompiendo el abrazo.

—Gracias "Hyungnim" —expresó el moreno al momento que hacia un reverencia.

—Que chico tan educado. —sonrió.

El hombre mayor Rick ayudaba a su hijo, quien todo este tiempo se mantuvo sentado en el piso entretenido con su mascota.

—Hijo, sube las maleta en el remolque. —hablo el mayor.

—Si padre.

—¿Y ya desayunaron? —preguntó Dae.

—Oh, lo siento papá, hoy llegamos muy temprano y no nos dio tiempo de desayunar. ¿Tendrás algo para nosotros?

—¡Claro! ¿Que clase de papá sería si no alimento a mis retoños como es debido? —todos sonrieron por el comentario—. Vamos a dentro.

Todos siguieron hacia el interior de la casa. Hasta este punto no sería necesario mencionar que el interior era aún más asombroso que el exterior. Los muebles, objetos y el estilo era tan hogareño.

La casa se encontraba situada en otro distrito donde las viviendas eran más cómodas. Era más campo que ciudad, y si se viajaba más al sur podías llegar a un gran bosque que tenía casi el mismo tamaño que Japón o incluso más grande. Después de la extinción de la hembras, la taza de natalidad bajo alarmantemente, por lo  cuál la mayoría de los países ahora tenían aún más espacio de lo fue en siglos anteriores. Todas aquellas ciudades urbanas ahora no era más que una senda de campos y bosques verdes.

Las cuatro personas se sentaron alrededor de una mesa cuadrada y de gustaron el magnífico desayuno que el buen papá de la casa había cocinado para ellos.

—Y bien NamJoon, ¿Que tal la universidad? —preguntó Dae con emoción.

—Muy bien, algo agitado pero muy bien.

—Espero y te estés cuidado bien NamJoon. Escuche que hicieron el examen de reasignación estatus. ¿Cuando darán los resultados?

—Eso... será durante la ceremonia de graduación.

—Ya veo. —miro hacia el platillo que tenía enfrente y siguió con la charla—. Es extraño, mis hijos ya están a casi nada de terminar la universidad. Y si consiguen pasar el examen. Será aún más difícil mantenernos unidos.

Todos habían dejado almorzar. DaeHyun se escucha triste, y eso hacia que los demás también lo estuvieran. Era cierto lo que decía. Ya que NamJoon y HoSeok habían realizado dicha prueba, en el momento en que alguno, o en todo caso, que ambos lograrán pasar, su tiempo como familia se vería afectado. Las estrictas reglas de la sociedad podrían impedirles sentir de nuevo esa comodidad que ahora tenían.

—Recuerden. Un Alpha nuca se relaciona con la casta inferior. Solo así, en algunos casos que el estado apruebe. —suspiró y con la mirada gacha—. Para ellos la familia no es importante, sino, mantener la supervivencia del hombre por sobre todas las cosas.

Las personas en la mesa escuchaban atentamente.
Dae se le había hecho un nudo en la garganta. El pensar que posiblemente tendría que separarse de lo más preciado que poseía, le dolía, le dolía muy en el fondo. Pero sabía que sería lo mejor. Sus hijos se merecían solo lo mejor.

Aún que prácticamente NamJoon no era hijo de la familia Jung. Los padres de HoSeok se habían encargado de hacerlo sentir como si de verdad lo fuera. Los encuentros con los abuelos, tíos, amigos y de más personas con las que se podría relacionar gracias a la familia del chico eran tan acogedoras y alegres, que incluso, podía llegar a olvidar el triste realidad en la que vivía. Y los mayores jamás se habían tendido tan felices con la llegada de NamJoon a sus vidas. El era el punto clave que mantenía su felicidad a pie.

—Hace apenas un tiempo atrás. Cuando HoSeok te trajo a casa por primera vez NamJoon. Me sentía tan feliz de que mi hijo hubiera hecho un amigo.

Tomó la mano del moreno y miro fijamente al chico quien ahora sentía una carga de emociones revueltas entre tristeza, cariño y alegría.

—Tu te has vuelto mi segundo hijo Nam. Tan importante te has vuelto para nosotros que incluso, Rick y yo. Estaríamos dispuestos a hacer cualquier cosa por ti cariño.

—Señor Jung. Me alegro de que me consideren  de esa manera. HoSeok es mi hermano. De igual forma yo haría cualquier cosa por la familia. Para eso está, ¿No? Para apoyar y ayudarnos unos a otros.

HoSeok intervino.

—Papá. Espera y veras que nosotros aremos lo posible para que la familia se mantenga. NamJoon también lo hará, ¿No? —dirigió su mirada hacia el moreno.

—¡Por supuesto! —sonrió—. Solo confíen.

DaeHyun sonría ampliamente e invito de nuevo a todos a terminar la comida.
Tan pronto terminaron lo señores Jung y los muchachos tomaron las últimas cosas para su viaje y se adentraron dentro del remolque de la familia.

Los señores Jung propusieron ir de manera separada. Los chicos dentro del remolque y ellos en el auto del frente. Así, de esta manera los chicos podrían descansar durante todo el viaje hasta que llegasen a  su destino.

—¿Listos chicos? —preguntó el mayor Rick.

—¡Listos padre! —contestó HoSeok animado cerrando consigo la puerta— Ya es hora NamJoon.

—No se por qué esa frase me suena tan familiar.

—Tu solo disfruta. Esto te encantará. Ya lo verás.

—Por cierto. ¿Que es lo que tienen planeado hacer? —NamJoon se cuestionó mientras se dejaba caer en uno de los sofás del remolque.

—¿No es obvio? ¡Tendremos un día de campo! —gritó emocionado mientras se lanzaba hacia la cama que estaba  a un costado.

—¡¿Que!?

TERRANOVA -[Gay/Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora