TERRANOVA -[Gay/Yaoi]

Comienzo

           

—Rick.

Le llamo DaeHyun mientras cortaba a calma los ingredientes. Rick, por su parte, lavaba los filetes de carne en el fregadero, listos para ser sumergidos en el agua condimentada del estofado. De espaldas uno contra otro, los dos solos en aquella cocina, a DaeHyun le dio por recordar viejos momentos.

—¿Hoy no es el día?

Aun concentrado en su tarea, Rick afirmo con un asentamiento de cabeza, que, no siendo muy efectivo por parte de él, ya que ambos aún se encontraban de espaldas uno contra otro, al final, opto por mejor por hablar.

—Si, me sorprende que todavía lo recuerdes.

—¿Qué? ¿Debería sentirme ofendido?

Indignado, DaeHyun se giró hacia el fregadero y afilo sus ojos contra Rick. Sin embargo, este solo dejó escapar unas leves carcajadas antes de voltear hacia DaeHyun y asaltarlo con un apasionado beso de labios. DaeHyun solo se dejó llevar antes de soltar el cuchillo, y rodear con sus brazos el cuello del mayor. Siempre que tenían oportunidad, ambos se dejaban un momento de las tareas cotidianas para ensañarse mutuamente.

—No lo he dicho con ese afán cariño, simplemente es que. Ya han paso más de veinte años y aun lo recuerdas. Después de aquel día, pensé que tan vez ya lo habías olvidado por completo.

—Silencio Rick, no arruines el momento... dios, hace cuánto que extrañaba estos acercamientos.

Habló bajo, cortado entre suspiros después de acabar con su profundo beso. De alguna forma, el pensamiento divertido de Rick, comenzó a trabajar creando escenas muy subidas de tono que, si por DaeHyun fuera, Rick jamás hubiese salido libre de aquella cocina.

—Tal y como en nuestra juventud —Continuó Rick antes de volver a retomar otro apasionado beso.

—Basta Rick, los chicos están afuera. Podrían regresar en cualquier momento.

—Bueno, creo que no está mal que ambos presencien nuestro amor.

—Rick, dormirás con ellos en su habitación si nos descubren. No quiero que mi niño NamJoon se haga una idea errónea de nosotros, o de mí.

Resignado, y con las ansias por los suelos. Encontró certero aquel argumento y volvió a sus tareas. No sin antes de volver a robarle de nueva cuenta un beso a DaeHyun.

NamJoon caminaba por la calle principal de la avenida. Hace más de quince minutos que caminaba sin rumbo fijo, buscando alguna señal del perro de HoSeok, o de HoSeok mismo. Ese par se había separado de NamJoon cuando este se adelantó a comprar un paquete de dulces en una de las tiendas cercanas a la plaza. Sin ninguna señal de ellos cuando salió, NamJoon comenzó a recorrer solo la plaza completa con la esperanza de encontrarles.

Desde otro ángulo, un hombre joven se balanceaba de lado a lado, levantando de vez en cuando la mirada, buscando.

—¿Dónde diablos se metieron ese par? —Susurro para sí mismo.

Descontento con su inútil búsqueda, el joven regreso sobre sus pasos hasta una de las mesitas del centro, donde tenía sus pertenencias y un bolso.

—Estúpidos hombres, ¿nunca pueden ser puntuales por una vez en su vida?

Tomo el bolso con las cosas dentro y siguió caminado en dirección a la salida principal del centro comercial.

—La próxima vez me asegurare de...

Y callo cuando un hombre de piel morena entro en aquel lugar, siguiendo recto su camino justo frente a él. Joven, de una altura impresionante y cabellera color plateado con pequeños mechones en termino lila. Impresionante, pensó él.