"No te dejes llevar por tus sentimientos"
Esa frase marcó mi vida desde aquel accidente.
Esta es la historia de cómo conocí a las tortugas. Cómo , a pesar de todo lo que he pasado logré hacer lo correcto.
* Las imágenes y vídeos no me pertenecen má...
Miguel Ángel me dijo que me podría quedar en su cama hasta que nos fuéramos. El dormía en una litera compartida con Raphael.
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Me trajo unas cobijas y me dijo que me pusiera cómoda.
Antes de eso conocí al maestro Splinter. Una rata del tamaño de un humano. Me contó la historia de las tortugas y de cómo una tal "Abril O'Neill" los salvó de el malvado Destructor.
Volviendo a lo de la cama me quedé dormida. Me desperté gritando como lo hago todas las noches desde que pasó lo del accidente. Me tallé los ojos y di vueltas en la cama. Ha llegado un momento en mi vida en el que ni siquiera las pesadillas me afectan, pero aún así desde el accidente no he dormido una noche de corrido.
Pero hay alguien que se despertó con mis gritos y no está de buen humor.
- ¡¿Podrias callarte por favor?!- susurró Raphael- ¡Trato de dormir!-
No le contesté.
Horas después volví a despertar esta vez no por alguna pesadilla. Me levanté dispuesta a no seguir durmiendo y me dirijí hacia el laboratorio de Donnie.
Mientras él dormía me metí en su computadora. Lo primero que apareció fue " Inserte la contraseña". "Esto es fácil" pensé.
"Donatello " demasiado fácil. Pero no era la contraseña.
Me detuve un segundo y luego me introduje por sus cajones. Sabía que un chico tan listo debía de ser distraído, y alguien distraído debe de olvidarse de contraseñas, así que allí estaba en un post-it .
"DONATELLOESLAONDAUNGENIO2018"
Puse los ojos en blanco e introduje la contraseña. Me metí en el buscador y escribí "Accidente en Takeshira 2004" Pulsé enter.
Automáticamente millones de fotos relacionadas con el accidente aparecieron en la pantalla. En los resultados web apareció el título "Niños rescatados en sótano" , empezé a leerlo e inmediatamente busqué los nombres de mis hermanos.
Se oyó un quejido desde la cama de Donnatello y me gire rápidamente y me salí de el buscador.
Decidí salir de la alcantarilla.
Salí y estaba lloviendo. Había truenos y el cielo estaba negro como la boca de un lobo. Subí hasta el techo del edificio que estaba a mi derecha. Cuando llegue hasta arriba me quede un momento dejando que las gotas de lluvia cayeran por mi cara.
Me senté en la orilla del techo y solo me quede allí.
Oí pasos detrás de mí y me volteé.
- ¿Que haces aquí?- dijo Raphael. -¿Tu qué haces aquí?- dije mirándolo fijamente. - Creí que te habías ido-. - No me lo vas a creer, pero yo no miento. Cuando prometo algo, lo cumplo- me volteé a ver la ciudad- Solo quería despejar mi mente, es todo-.
-Okey- dijo alejándose- vuelve cuando te termines de "despejar"- y se fue.
Me quede allí hasta que el frío me estaba carcomiendo los huesos.
