La Historia De Mi Vida

El viaje

En la noche me encontraba en el aeropuerto esperando el avión que me llevaría a Japón.
Eran las 12:59 y el avión llegó.

Mientras estaban cargando el equipaje en el avión me escabullí para poder meterme en él.
Ya adentro estaba obscuro así que encendí una lámpara que traía.

Cuando lo hice me di cuenta que era un avión de carga. Llevaba todo tipo de objetos y cajas.

Me detuve cuando llegue a una parte en la que estaban 4 cajas enormes y estaban enviadas desde Nueva York.

Cuando me acerqué con la lámpara una de ellas se movió.

Di un brinco hacia atrás y saqué mi katana. Parecía que ya no se iba a mover pero en eso la tapa de la caja se abrió y algo salió de ella.

- Sabía que te encontraríamos aquí- dijo Leonardo.

Las demás cajas también se abrieron y de ellas salieron las demás tortugas.

- ¿Que hacen aquí ? les dije que no hay trato- dije enojada.

- Ni siquiera sé por que te fuiste, no te hicimos nada- dijo Leonardo enojado.

- Pregúntale a tu maestro- dije - o a Raphael-.

- El maestro no hizo nada, tú te pusiste histérica y te fuiste- dijo Raphael y se cruzó de brazos.

- ¿Ah no?- dije con ironía- Un no solo dice cosas así por qué si, él sabe algo de mi- dije.

- No sabemos nada de ti, ni siquiera sabemos tú nombre- dijo Leonardo.

- Yo si lo se- dijo Mikey.

Todos lo volteamos a ver.

- Ella me lo dijo, ¿verdad?- dijo Mikey mirándome.

- Si- dije suspirando- Me llamo Tamiko-.

- ¿Ves? Ni Siquiera eso sabíamos. ¿Como iba a saber mi maestro que al decir eso te ibas a poner histérica?- dijo Raphael.

Era cierto. Ahora que me lo decian me daba cuenta que reaccione de una manera muy exagerada.

- L..lo siento- dije suspirando- actúe muy inmadura-.

- Si lo hiciste- dijo Leonardo - Pero está bien, no sabemos por lo que pasaste siendo aprendiz de tu maestro. Lo que si sabemos es que de ahora en adelante debes tener más confianza con nosotros, no te haremos daño- dijo y me puso la mano en mi hombro-¿ ok?-.

Suspiré.

-Ok-

- Chicos- dijo Donatello que no había hablado- el avión ya va a despegar-.

- Bueno- dijo Leonardo- pónganse cómodos, será un viaje largo-.

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Pasaron unas horas y cómo es la costumbre no pude dormir.
Las tortugas estaban durmiendo a excepción de Leonardo.

Yo estaba sentada en una caja que, cuando había turbulencia, se movía , lo que causaba que me tuviera que acomodar otra vez.

Estaba allí mirando el techo del avión y escuchando los ronquidos de Mikey cuando Raphael me habló.

- ¿Hace cuanto no puedes dormir durante la noche?- dijo incorporándose.

- Desde hace 13 años- dije- No duermo más que unas cuantas horas-.

- Que bien- dijo riéndose y yo lo volteé a ver confundida- Mikey no te puede hacer bromas nocturnas si no estás dormida-.