Escape

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-TAMIKO- oi que alguien gritaba.

Me desperté por qué sentí que alguien me movía.

-TAMIKO- volví a oí que gritaban- Nos encontraron, DESPIERTA- gritó.

Era Leonardo.

- ¿Están cerca?- le pregunté.

- A unos metros-dijo.

- Hay que movernos- dije.

Seguí a las tortugas a través de los árboles. Sigilosamente y cubriendo nuestras huellas.

Llegamos a un punto a los pies de una montaña.

-¿Como nos encontraron?- preguntó Mikey.

- No lo se- dije.

- Es como si nos rastrearan- dijo Donnatello.

- Podría ser que Si- dije- no sé si me pusieron un ratreador-.

Donnatello se acercó a mí y me pasó un escáner.

- Si, está en la etiqueta de tu kimono-.

Me lo quitó y lo puso en el suelo dispuesto a aplastarlo.

- Espera- dije- tengo una idea-.

Caminé unos metros y me quedé allí parada ante la mirada atenta de las tortugas.

Comencé a olfatear el aire.

Lobos.

Sin decir nada tomé el rastreador y corrí.

Me acerqué al lugar donde había una manada de lobos.

Me acerqué sigilosamente.

Me vieron e inmediatamente se pusieron en mi contra.

- No les haré daño- dije.

Obviamente los lobos no hablan.

Empezaron a gruñir.

Me agache y me puse de rodillas en el suelo.

El líder de adelantó y se me fue acercando.

Le puse mi mano para que la oliera.

La olfateó.

Me permitió acariciar su cabeza.

- Nesesito que me hagas un favor- le dije.

Me miró.

Tomé el rastreador y mi listón de pelo. Se los amarre al cuello.

-Gracias- dije.

El alfa aulló y salió corriendo en la dirección contraria, seguido por su manada.

Regresé a dónde estaban las tortugas.

- ¿A que horas viene su amiga?- pregunté.

- Ya no tarda y ¿Que hiciste con el rastreador?- preguntó Leonardo.

Sonreí.

La Historia De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora