La Historia De Mi Vida

Prólogo

- Ya recuerdo más cosas- le dije a Donnie.

-Bueno entonces, ya acabamos con la terapia-.

Habían pasado ya 6 meses desde que llegué aquí. Ya he tenido más trato con las tortugas.

- ¿Ya acabaron?- dijo Leonardo.

- Si- dije.

- Bien, se activo la alarma de un banco cerca de aquí. Hay que ir a hacer justicia- dijo Leonardo.

Salimos por la alcantarilla hacia el banco.

- Saben, me alegra haber regresado- dije.

Sonrieron.

- También nos alegra tenerte cerca- dijo Raphael.

Saltamos edificios y cuando llegamos encontramos con los ladrones.

- Hora de acabar con esto- dije poniéndome en marcha.

Horas más tarde me encontraba con Raphael sentados en el techo de un edificio contemplando las estrellas después de una larga charla y bocadillos.

- Tamiko- dijo Raphael.

Lo miré.

- ¿Si?-.

- ¿Sabes que me agrada de ti?- dijo el.

Lo miré extrañada.

- A pesar de todo lo que pasaste, todo lo que sufriste, estás aquí tratando de hacer justicia en el mundo con nosotros-.

Me quede callada.

- No sabría que hacer sin ti ¿Sabes?-.

- ¿Que...?- dije pero me interrumpió.

- Si, no tendría a quien molestar. Me aburro de molestar a Mikey siempre- dijo riendo.

Estaba a punto de replicar algo cuando me tomó la mano

Lo miré.

Sonrió.

Cuando vi su sonrisa y sus hermosos ojos verdes me quedé inmóvil. Dentro de mi tuve una sensación extraña que jamás había sentido. Miles de mariposas estaban revoloteando en mi interior y mi corazón latía cada vez más rápido. Su cercanía me agradaba pero nunca me había sentido así. Era algo... Nuevo.

El volteó de nuevo a ver las estrellas.

Yo hice lo mismo.

Podía sentir una carga eléctrica en mi mano que hacía que no quisiera que la soltara.

Y allí nos quedamos. Él observando las estrellas y yo con esa sensación en mi estómago.

Segundos después ninguno sabía qué hacer: si retirar la mano y sentir el rechazo del otro o no hacerlo. Empezé a sentirme incómoda. Jamás había tenido novio ni nada que se le pareciera. No sabía cómo actuar. En mi mente comenzaron a rondar preguntas como "¿habrá tenido novia ya? ¿Una novia tortuga mutante? ¿Esto significa que somos novios o algo así? ¿Por qué hago preguntas tan extrañas?"

El notó mi nerviosismo.

Con toda la tranquilidad del mundo pasó uno de sus brazos alrededor de mi. Sentir su calor hacía como si un gran peso se me quitara de encima. No quería ser muy obvia de mis sentimientos así que trate de mantenerme lo más seria posible. No sé en qué momento consideró una buena idea darme un beso en la frente como si fuera lo más normal del mundo. Allí fue cuando perdí la cordura. Sentía como se me subían los colores. Y lo mire como buscando una respuesta a su acción. El lo único que hizo fue sonreír.

Allí fue cuando me di cuenta que sentía algo muy grande por el, algo innegable.

Estaba enamorada de un chico.... Por fin.