Wings Chronicles [BTS/방탄소년단]

Dirección equivocada: Pt. 7 (Final)

— ¿Ya estas mejor? —Una mirada de preocupación se plasmó en el rostro de mi amiga.

—Por supuesto. Siento mucha calma desde que el abuelo salió del hospital— Sonreí para dar más credibilidad a mis palabras.

Aunque no mentía, había una repentina paz en mí que a pesar de que no me traía felicidad por completo, era suficiente para seguir viviendo.

—Eso me alegra Shin Ha Ni— Ella soltó un suspiro mientras tomaba una de mis manos que estaba encima del mostrador y la acariciaba con tranquilidad, como si se tratara de una madre preocupada.

—Gracias Kim Dan Ssi— Le devolví el mismo gesto con mi otra mano, ella negó con su cabeza.

—Sabes que tu tranquilidad, es la tranquilidad de todas— Confeso con suma calidez.

No estaba segura del "Porqué", pero sus palabras me reconfortaron de una manera inexplicable, estas llegaban justo en el tiempo indicado, como si las necesitara para llenar mis pulmones. Después de todo, si podía confiar en alguien, debía aprender a confiar más en ellas, además de mi madre y mi abuelo, mis amigas eran mi familia también.

—De todas maneras, gracias por los libros, los niños se emocionaran mucho— Vi como Dan Ssi tomaba con seguridad la bolsa blanca donde llevaba varios textos infantiles, que como era costumbre en ella, se llevaba cada vez que venía a la librería.

Solté un bufido con una ligera risa.

—Me agradeces ¿Cuando eres tú la que siempre los está comprando? No deberías ser tan amable Kim Dan Ssi... Pueden aprovecharse de eso— Termine de decir estas últimas palabras con mucho peso, mientras una puntada atacaba mi estómago y mi pecho.

—Siempre pides cuentos infantiles muy lindos y únicos, no suelo encontrarlos en otras librerías, así que debo ser agradecida por su trabajo Sra. Shin—Ella me apunto con su dedo índice, mientras guiñaba uno de sus ojos y fingía hacer un disparo.

—Eres una cursi... Ya mejor ve a trabajar, los niños te deben esperar para que los lleves al parque— Sonreí para evitar que mi incomodidad se notará.

— ¡Omo! Es cierto. Voy justa de tiempo. Hablamos luego Shin Ha Ni, te veo en la noche de películas ¡Adiós! — Exclamo con rapidez mientras le daba una rápida vista a su reloj, tomaba su bolsa y desaparecía por la puerta de la tienda, dejando en silencio el lugar junto a un breve sonido agudo que la campanita del recibidor soltaba.

Exhale junto a un auge de dolor, mi pecho se presionaba a mas no poder y repentinamente el aire me faltaba. Tosí unas cuantas veces para adquirir un poco más de aliento. Esta dificultad me ahogada y no entendía porque, me provocaba un sentimiento de desesperación.

Escuche una vez más la campana de la puerta, indicándome que un nuevo cliente se habría paso en esta.

Volví a suspirar y le di una bienvenida al cliente que había por esa puerta... Aunque seré sincera, no esperaba que fuera él.

—Nam...NamJoon— Un cosquilleo se produjo en mis labios y mil emociones empezaron a pelearse en mi pecho.

— ¿Cómo has estado? — Escuche su voz, tan ronca y amable, era perfectamente acompañada con su sonrisa y esos hoyuelos, mi piel se erizaba sin explicación alguna.

La adrenalina me hizo sentir ansiosa, volvía a tener suficiente energía como para salir disparada de la tienda y correr hasta Busan, si era posible.

—Bien... Yo, no sabía que vendrías— Continúe hablando mientras lo observaba con asombro.

Él se había puesto a mirar unos libros en la sección de textos clásicos.