No puede ser un error: Pt. 7 (Final)

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Las cosas... ¿Cómo habían terminado de esta manera?

Recuerdo bien que esta mañana había despertado como suelo hacer todos los días, que lo que ocurrió en la tarde de ayer ahora lucía como un sueño lejano y en parte mi corazón estaba en calma de nuevo, aunque por supuesto, no por completo. Porque a pesar de que intentara ignorar la situación por la que había pasado, no iba a eliminar de que fue un hecho, una realidad y de que ahora... Debía plantear una forma de cómo decirle a Ol Min.

— No quiero...— Cubrí mi rostro con una de mis almohadas, intentando volver a dormir y no despertar nunca.

—Me pregunto si él habrá llegado bien...—No pude evitar mirar hacia la ventana y pensar en él...

Sé que lo deje mal ayer. Jin, no sé si de verdad le gustaba desde hace tiempo como me había dicho y ese beso, Dios, rondó toda la noche en mis sueños. Eran tantas imágenes que recorrían con rapidez mi mente: El divertido rato que pasamos ayer, su sonrisa, sus chistes malos, la mirada de tristeza, hasta aquella mirada de confusión después de que yo le gritara...

—Dios... Que hice...— Volví a tapar mi rostro con la almohada intentando ahogar ese vergonzoso recuerdo.

Lo peor es que me sentía más arrepentida de haber huido, que del beso que acepte. Pero fue lo mejor, no volverlo a ver será lo mejor para todos, después de todo fue un error.

Después de unos cuantos minutos terminé levantándome de mala gana y me comencé a preparar para salir. Tal vez pasaría un momento por la librería de Ha Ni y le pediría unos cuantos consejos a mi amiga, me daba temor llegar de una con Ol Min, no sabía cómo manejarme en este tipo de situaciones. Había traicionado la confianza de mi amiga... Y eso en verdad me quitaba el sueño.

Tome mi cartera para buscar el número de Ha Ni, quería saber si se encontraba en su librería antes de llegar de imprevisto.

—¿Uhm? ¿Dónde está?— Registre y hasta voltee mi cartera sobre la cama, encontré los billetes sueltos junto al Ramen que me había comprado Jin ayer... Pero no estaba ¡Mi celular no estaba en ninguna parte!

Corrí a registrar el suéter que cargaba ayer, Nada. Mis zapatos, nada. El baño, nada. No estaba en ninguna parte de mi habitación. Apreté con fuerza mis manos contra mi rostro y las deslicé hasta mi cabello para intentar calmarme con el frío de estas.

Remonte a mis recuerdos del día anterior. Lo tuve hasta el momento que entre al 24 Horas ¿Lo habré dejado ahí?

Guarde con rapidez mis cosas de nuevo en el bolso. Me puse un suéter que me quedaba gigante, se notaba que el día estaba muy gris y que por eso hoy haría más frío. Tome la cartera y salí de mi cuarto para comenzar a bajar las escaleras, pero una voz se me hizo familiar, no voy a mentir, mi corazón palpito antes de que me pudiera dar cuenta de quién se trataba. Cuando termine de bajar las escaleras, ahí se encontraba, y el recuerdo de ayer no lucía tan lejano como pensaba.

—¿J... Jin?— Mi voz titubeó, él debió notarlo porque al mirarme dejo escapar una de esas sonrisas que me mataban de a poco.

—Ma Rin...— Basta, no digas mi nombre, porque en verdad terminaré mandando todo al carrizo y te saltaría encima.

—¿Qué haces aquí?— Pregunté con mi mejor cara de seriedad, no quería que notara las mil y unas emociones que estaban peleando en mi estómago.

—Necesitamos hablar— Él también puso una cara seria al decirme esas dos palabras.

¿Hablar? Un momento, ¿Cómo rayos él está aquí ahora mismo? ¿Cómo supo que vivo aquí? Iba a empezar a cuestionar cuando mi madre interrumpió mis pensamientos.

Wings Chronicles [BTS/방탄소년단]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora