Alma Del Dragon

Capitulo 12

Libertad

Había pasado tiempo desde que Raphael se hizo cargo de los refugiados. Gracias a él, finalmente tenían su propio pueblo construido por ellos mismos. Después de buscar recursos y provisiones, pudieron cumplir su objetivo.

Estaba atardeciendo, el clima era frio y húmedo, con muchas nubes en el cielo y una que otra brisa paseaba por el pueblo. Una anciana estaba hablando con una chica que estaba sentada detrás de una mesa de madera con unos papeles enzima de esta. La joven tenía pelo rubio, con uno que otro mechón ondulado y la parte izquierda de su pelo solía taparle la mitad de la cara, haciendo que repetidas veces tuviera que hacerlo a un costado. Tenía armadura común y una espada en el respaldo de la silla. La anciana tenia ropa de tela marrón que cubría todo su cuerpo, un collar plateado y una bolsa pequeña que seguro contenía unas monedas de oro. Sus cabellos eran todos grises y con muchos rulos largos. Ella le hablaba a la joven.

???: ¿Entonces la seguridad ya está incluida en el pueblo?

???: Seh...

La joven no estaba muy interesada en lo que hacía. Con la mirada hacia otro lado, apoyando su codo en la mesa para sostener su cabeza mientras fingía interés en su trabajo.

???: ¿Significa que no hay que pagar extra?

???: Así es la... ¡De hecho!

Se sentó firme y con una sonrisa maliciosa en su cara contestó...

???: De hecho hay que pagar para la seguridad. Es más, empezó la semana pasada así que si quiere el trato tendrá que pagar dos veces.
???: Oh, bueno. No es mucho lo que tengo pero creo que bastará para pagar.

???: Servir es un placer...

Estando a punto de recibir la bolsa con monedas, la voz de alguien resonó en el silencioso pueblo.

Raphael: ¡Jessica!

El se acercó a donde se encontraba ella y le abofeteó la mano para evitar que tomara ese oro. Seguido de eso, le habló de manera cortés y calmada a la anciana.

Raphael: No tiene que pagar nada, no se preocupe. Regrese tranquila a su hogar.

???: Gracias joven.

Mientras ella se retiraba, dirigió una mirada firme y enojada hacia Jessica.

Raphael: ¿Nunca aprendes, verdad?
Jessica: Oh vamos, solo fue una broma.
Raphael: Broma -levantando una ceja- ¿Te parece gracioso robarle dinero a una pobre ancianita?

Jessica: Oh vamos, sabes que iba a devolvérselo...algún día.

Ella usaba su encanto y carisma para tratar de zafar de su problema, pero dudaba en que en realidad funcionara con él.

Raphael: No hagas esa mirada, sabes que no vas a tener lo que quieres. Escucha, te dije que si no comenzabas a seguir las reglas no tendré más opción que despedirte.
Jessica: Pff se que nunca lo harías...
Raphael: No, no es conveniente. Pero te estás convirtiendo en un problema. No solo por que seas la única paladina quiere decir que no te voy a exigir como a los demás.
Jessica: ¿Cuándo te desobedecí?
Raphael: Para empezar, te dije mil veces que no dejes tu espada ahí al descuido. Te dije que dejaras de engañar a los demás. También que dejes de alejarte de los demás guardias, son tus compañeros de trabajo. Me he cansado de despertarte siempre que te duermes en la hora del trabajo. Y te he dicho que te cortes ese cabello, vas a bloquear tu vista en un combate y vas a terminar mal...

Jessica: Bueno...creo que tal vez si hice una que otra pequeña cosa mala...

El suspira enfadado.