Capítulo XVI

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Capitulo 16

El primero en romper el silencio pesado fue el Inspector Ajzael López, que para variar le exige al doctor que le permita pasar a la habitación para interrogar al recién salido del coma. Sin embargo, se tropieza con la negativa contundente de Martin que como el medico de Tomás le justifica que en ese momento no es posible pues, dado a lo delicado de su estado aún necesita diversos estudios para certificar de manera clínica su mejoría.

Renuente manifiesta tajante.

—¿Quién se ha creído usted para impedir que interrogue a un sospechoso? Mire doctorcito sepa usted que eso se llama obstrucción de la justicia y lo puedo encarcelar por ello.

En eso el padre interviene para calmar las aguas ante que se desborde el rio.

—Cálmese Inspector López, no nos pongamos agresivos. Recordemos el sitio donde estamos —colocándole la mano en el hombro le propone—. Le doy mi palabra que en cuanto el paciente este en condición de atenderlo. Yo mismo le acompañare en el interrogatorio, claro está si usted me lo permite ¿Qué le parece?

De esa manera el sacerdote logra apaciguar la situación y el inspector cede tranquilamente a su propuesta, no sin antes dirigirse por última vez al doctor Martín.

—Ok . Pero,  usted y yo tenemos una cuenta pendiente. Aun no comprendo su insistencia en alejarme del sospechoso.
—Haciendo énfasis—.  Escúcheme bien sospechoso de homicidio.

Dicho esto da media vuelta alejandose por el pasillo del área de cirugia del hospital saliendo de la vista de los presente. Hugo se apresura a alcanzarlo pero solo a una prudente distancia pues no quiere ser victima de su enojo. Ya estando a solas el médico y el padre ven como es sacado Tomás para ser ubicado en otra habitación por ordenes expresa del doctor Martín.

—Venga padre, debemos ser los primeros en hablar con Tomás.

Ya instalado en otra habitación, Tomás esta completamente despierto, se encuentra confundido. Todavía no entiende del todo que está sucediendo. Su amigo y el sacerdote tratan de explicar la precaria situación que esta atravesando y la posibilidad cercana de estar a una paso de ir a la cárcel. Con suma prudencia le van contando todo lo relacionado con Rosalie y Alejandro; de como es él único testigo de sus desapariciones e incluso que es el principal sospechoso de sus posibles muertes pues, con el tiempo transcurrido, ya no hay esperanza de encontrarlos con vida.
No obstante, después de toda la explicación del galeno y el sacerdote. Tomás esta preparado para revelar una verdad macabra de la que fue testigo y cómplice de manera involuntaria. Sus recuerdos estaban regresando tan rápido que sentía como si los acabara de presenciar. Aunque las imágenes memoriales parecían algo vagas o más bien entremezcladas con inconsistencias fantasiosas que trataría de omitir por lo inverosímil del contexto. Sobre todo porque a su memoria llegaban fragmentos de la pesadilla que vivió mientras estuvo en coma y que para él fue tan real como el dolor que siente en el cuerpo por toda la inmovilidad. Sentía su cuerpo oxidado. Le dolía mover tan solo un dedo. Pero sabe que poco a poco ira mejorando por lo menos físicamente.

—¿ Estás preparado psicológicamente para decirnos que pasó? —Exclama el medico muy seriamente.

Ante de que Tomás responda, el Padre Williams le aclara que puede hacerlo a manera de confesión pues está ante un padre y un medico que no revelaran jamás lo que escuchen en la habitación. Pero él los mira y expone con sinceridad en un tono de voz cansado.

—Amigos mío, agradezco de antemano lo que están haciendo. Pero sepan que no tengo nada que ocultar de lo cual sea culpable. No se preocupen y escuchen bien lo que les contaré.
Así Tomás da inicio con todo lo sucedido desde que Rosalie, Alejandro y él estuvieron reunidos en el bar de Don Julián y de cómo sucedieron las desapariciones. También revela entre lágrimas la muerte de Rosalie en manos de Alejandro, la impotencia de haber llegado cuando ya era tarde para salvarla. Asombrados el padre y el doctor no dan crédito a lo que escuchan sus oídos de los labios  de Tomás que seguía aun con lágrimas en los ojos. Todo paso tan rápido decía, que quedó envuelto en un crimen tan atroz.

Según sus propias palabras, expresa haber quedado petrificado y sin voluntad ante el crimen de Rosalie. Solo recuerda que luego de verificar que había muerto. Él y Alejandro tuvieron una gran pelea. Sin embargo Alejandro logro herirlo con un arma filosa en un costado. Tocándose la cicatriz que daba veracidad a sus palabras.

—Por Dios santo Tomás, ¿cómo terminaste en el fondo del barranco y donde están los cuerpos de Rosalie y Alejandro? —preguntaba horrorizado Martín, pero sin darlo a demostrar a su amigo.

El padre apoya la pregunta de doctor y añade.

—Es cierto, hijo. ¿Por qué no notificaste a la policía?

—No pude. Me encontraba herido y Alejandro me amenazó con culparme de todo. Les juro que no la asesine. Se los juro. —expone suplicante, tratándose de incorporar de la cama sin poder hacerlo.

Tomás no quería confesar a sus amigos que Alejandro tenía conocimiento de su amor secreto y de unas cartas que guardaba bajo llave. Cartas donde le declaraba de forma imaginaria su amor a Rosalie pues no tenía el suficiente valor para confrontarla y sabía que esas cartas serian evidencia suficiente para inculparlo de asesinato en primer grado, además que parecería premeditado.

Luego de varias explicaciones pudo convencer a sus amigos que no tuvo más remedio que acompañar a Alejandro hasta el lugar donde se deshicieron del cadáver. A fin de cuenta no había nada que hacer pues ella estaba muerta. Su intensión era denunciarlo luego cuando Alejandro creyera que podía confiar en él pero para su desgracia y luego de bajar por el barranco con el cuerpo de Rosalie donde procedieron a esconderlo en una de las cuevas subterráneas de aquella zona montañosa que solo unos poco saben de su existencia. Fue su idea para ganarse la confianza de Alejandro; la de dejar ahí el cuerpo inerte de la pobre chica pues sabía que ahí no lo encontraría nunca. Dando tiempo asimismo para denunciarlo así como destruir las cartas que lo incriminaban de manera directa con el asesinato de Rosalie.

—Entonces —pregunta consternado Martín— ¿Cómo demonio fuiste a dar al fondo del barranco? Sabías que eres un caso clínico excepcional por el simple hecho de haber sobrevivido a semejante caída y no solo a eso sino que tus heridas eran tan graves que llegaste aquí casi muerto. No lo podía creer cuando te vi llegar completamente destrozado y con cualquier cantidad de huesos fracturados. No había ni remota esperanza de salvarte. Es un milagro que estés con vida.

Tomás, se observa así mismo. comprende las palabras de su amigo. Su cuerpo maltrecho esta cubierto casi en su totalidad con vendajes de yeso que lo imposibilita de poder moverse. Èl asienta en agradecimiento al doctor que le salvo la vida y así  continua con la historia.

—Después que dejamos a Rosalie en la cueva subterránea. No podía pensar por la perdida de sangre. Pensé mil maneras de zafarme de la situación pero no tenia ninguna posibilidad de ganar. Así que subir detrás de Alejandro. Aunque sabes—dice a modo de reflexión más para si mismo—. No comprendo el por qué no me mato en ese instante. Pudo haberlo hecho y no lo hizo.

—Tal vez Dios mismo hijo, tal vez no quiso hacerlo —Expone el sacerdote— sin embargo, si ya había decidido dejarte con vida ¿cómo caíste al fondo de barranco?

Cuando estaba a punto de continuar, una voz grave y autoritaria interrumpe la historia de Tomás de manera acusadora.

—Porque todo lo que ha dicho son puras mentiras —interviene Ajzael que no se había ido del hospital y había escuchado casi todo lo dicho por los presentes en la habitación.

—Antes que me venga con el cuento chino de la salud del paciente le advierto que tengo una orden judicial para interrogar al sospechoso. —dice apuntando con el dedo al doctor Martín y mostrando con la otra mano el documento oficial. Hugo le acompaña como siempre.

De esa manera el inspector consiguió desbloquear la barrera de seguridad del médico y del padre...

La Caja Misteriosa en la Biblioteca (En Modo Corrección).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora