¿Por que he de temerte? [Jeff the killer]

Un enfermo en casa

7:00 AM...

 Los rayos del sol se asomaban por la ventana, iluminando la habitación, en la cama, durmiendo profundamente; yacía Jeff, una toalla cubría sus ojos, se revolcó un poco en la cama jalando las cobijas, quería seguir durmiendo ya que hace mucho no dormía de aquella manera pero un fuerte dolor en su brazo izquierdo lo despertó de golpe.

_no otra vez – murmuro para si, rogando que aquello fuera solo una pesadilla. Pero no lo era, quiso tratar de incorporarse, pero un fuerte dolor en todo su cuerpo se lo impedía, el sonido de la puerta abriéndose lo alerto, era Emma, tenia su cabello suelto, alborotado, su ropa estaba desordenada y su cara a un estaba algo adormilada, se estiro un poco y camino al baño, Jeff solo veía sus movimientos silenciosamente, aun se preguntaba como demonios había terminado en la casa de Emma y por que su cuerpo le dolía tanto y estaba tan golpeado y herido, pequeñas imágenes llegaron a su cabeza, recordó que había llegado a un bar a las afueras de la ciudad que quedaba frente al bosque, por primera vez en mucho tiempo tenia ganas de beber, entro, amenazo al dueño del bar y bebió como nunca antes lo había hecho, un grupo de hombre entraron buscando bronca y Jeff no estaba de humor para aguantarse a nadie y como era de saberse se cogió a guantazos con aquellos tipos.

_ ya me acuerdo de la mayor parte de cosas que pasaron anoche – murmuro apretando los dientes, lo habían dejado hecho un lío, con moretones en su hermoso rostro y heridos en todo su cuerpo, pero joder ¿Cómo no tenerlas? Si era 10 contra 1,eso sí, no era por presumir ni nada, pero el había terminado con la mayor parte de ellos. – ya me vengare de aquellos desgraciados.

Sus pensamientos se desvanecieron al escuchar la puerta del baño abrirse, Emma había salido del baño, los ojos de Jeff se abrieron a mas no poder, aquella chica había salido de la ducha con tan solo una corta toalla, su piel pálida brillaba por las gotas de agua, su cabello suelto y húmedo por el agua, Emma camino hacia el armario con la mirada de Jeff siguiéndola, abrió el armario y saco un jeans azul oscuro y una blusa mangas larga de color morado, le costaba admitirlo pero aquella cieguita tenia un gran cuerpo, a pesar de ser una tabla, estaba en buen estado físico y sus piernas podrían dar prueba de ello. Trago en seco y negó con la cabeza varias veces tratando de borrar de su cabeza aquellos pensamientos.

_ Jeff – murmuro Emma, aquel chico se estremeció al escuchar su nombre, y como pudo la miro a la cara – cuando me ibas a decir que estabas despierto.

El solo se mantuvo en silencio mirando al suelo, unas frías manos tocaron su frente haciendo que diera un pequeño sobre salto.

_ la fiebre ha bajado – hablo ella, sentada al lado de Jeff – pero creo que deberías quedarte a descansar por el día de hoy en cama.

_ ¡jah! – burlo el, alejando la mano de ella – yo no necesito descansar.

El se incorporo de la cama y camino tambaleante hacia la ventana, se sentía mareado y sin fuerzas, cuando estaba por llegar, sus piernas le fallaron haciendo que cayera de lleno al suelo.

_ ¡¡JEFF!! – grito Emma levantándose de la cama y dirigiéndose hacia aquel quejido que se escuchaba - ¿estas bien?

_ lo estoy, ¡¡NO ME AYUDES!! – grito el, por un momento vio la mirada aturdida de Emma, se había quedado paralizada de pie frente a el, por un segundo creyó sentirse mal por lo que había hecho, miro su cuerpo y se dio cuenta de algo, aquella ropa que tenia puesta no era la de el.

_¿de quien es esta ropa? – murmuro confundido – no me digas que...

_ asi es – hablo ella cruzándose de brazos – anoche te desmayaste por la fiebre y tuve que cambiarte de ropa.

Los colores se apoderaron del rostro de Jeff y empezó a balbucear palabras sin sentido, su hermoso cuerpo había sido tocado por aquella tabla, la miro a ella, estaba tan tranquila, con la mirada ida, como si nada hubiera pasado, algo llamo la atención de Jeff, unas marcas rojizas sobre salían de su cuello hasta su oreja.