Bloody Love #1

🌹Capítulo 20🌹

KiBum .

3 meses después..

Son las 2:06am y Minho salió de casa dejándome completamente solo..  con Zéus.

El cachorro dormía tranquilamente a mi lado, y a pesar de ser pequeño, tenía un tamaño un poco grande ya que estaba creciendo, sano y salvo.

Por otro lado, ambos descansábamos en la cama, hasta que Zéus levantó las orejas, mirando hacia la ventana.

-¿Qué pasa, Zeús?- Pregunté cuando éste se colocó delante de mi y adoptaba una posición a la defensiva.

En ese momento el aire me hacia falta y mi cuerpo temblaba. Jonghyun estaba aquí... y me hará daño.

-Qué adorable perro, sería una lástima que lo drene.- Sonrió al ver a Zéus. -¿Me has extrañado, cariño?- Se refirió a mi.

-No, vete de aquí.- Dije firme.

-Esa no es la respuesta correcta..- Jonghyun comenzó a acercarse y Zéus comenzó a ladrarle.

-Ven, Zeús..- Rápidamente el miedo por que hirieran a mi compañero me invadió. Zéus se metió entre mis brazos, haciendo que Jonghyun riera.

-Son adorables, pero será más adorable cuando te marque como mío.- Musitó Jonghyun.

-Te acercas un centímetro y te rompo el jodido hocico.- La voz de TaeMin se hizo presente, entrando por la ventana.

-Oh, ya vino la mascota de Minho.- Dijo con fastidio Jonghyun.

TaeMin le dio un puñetazo a Jonghyun y este se tambaleó hacia atrás.

Los golpes entre ellos dieron su inicio, Zéus ladraba intentando hacer que pararan, pero ni yo podía detenerlos, menos mi pequeño compañero.

Los ojos de TaeMin se tornaron rojos brillante mientras que los de Jonghyun tomaron un color amarillo claro.

Sus colmillos estaban fuera, peleaban sin pudor.

Y en la puerta vi a mi príncipe negro, sacando esos tenebrosos colmillos y sus ojos rojos, se lanzó hacia Jonghyun y mordió el cuello de éste con demasiada fuerza, el hombre sólo logró soltar un quejido mientras desgarraba la camisa de Minho.

Zéus comenzó a llorar y lo abracé para que dejase de temblar, Minho me miró y aquel rostro monstruoso cambió al de mi Min, ese rostro hermoso.

Jonghyun se encontraba tirado en el suelo, incapaz de moverse pues luchaba con la herida que Minho le brindó. Entre los dos lo sacaron de la habitación, dejándome sola con Zéus.

¿Cuando podré tener paz? ¿Cuando lograré vivir feliz con Minho? Las lágrimas brotaron de mis ojos y Zéus pasó sus patitas por mis hombros "abrazándome".

Se abrió de nuevo la puerta y mi pequeño cachorro se puso alerta, al ver a Minho, corrió hacia él moviendo su colita, y este lo recibió en sus brazos, acariciando su suave pelaje.

Al llegar a mi, me atrajo a sus brazos. Esto era lo que necesitaba, sus brazos de mi precioso chico. Me hundí en el fuerte pecho de Minho y eché a llorar. Ya no quiero seguir sufriendo, no quiero más peleas, quiero vivir en paz.

Minho acariciaba mi cabello suavemente.

-¿Te hizo algo, precioso?- Preguntó en un hilo de voz.

-N.. no.- El llanto no me permitía hablar y él juntó sus labios con los míos.

-Detesto no estar aquí cuando vino ese hijo de puta, mi cielo, pero estaba con tu padre.- Musitó en tono de disculpa.

Lo miré fijamente y él besó mis párpados.