Bloody Love #1

🌹Capítulo 21🌹

Kibum.

El viaje realmente fue agotador, ya estábamos en Seúl, me sentía extraño pues no entendía el idioma.

Mis "padres" eran de aquí sin embargo yo soy de París.

Minho estuvo siempre a mi lado al igual que Zéus.

Nuestro taxi llegó ,le dió la dirección al chofer y éste habló con mi chico.

- Señor Choi, ¿qué hace de vuelta en Seúl? - Preguntó mientras conducía.

- He venido a quedarme un tiempo con mi novio, no será eterno.

- Él es bello, por cierto.- Me miró desde el espejo retrovisor.

Minho pasó su brazo detrás de mi, atrayéndome a su cuerpo.

- Y es completamente mío. - Dijo Minho firme.

Los minutos se me hacían eternos cada que avanzaba el auto, hasta que por fin, éste paró y Minho bajó primero.

Cuando yo salí del vehículo y miré el hogar..

Santa mierda.

Esta no era una casita como la describió .. esto era una mansión, más grande que la de París.

¿De dónde sacaba tanto dinero Minho para tener casas así de lujosas? No sé si podré acostumbrarme a vivir en un lugar tan grande, mi departamento tenía el tamaño de una pequeña tiendita.

Cuando el Taxi se marchó, sentí los colmillos de Minho rozar mi cuello.

-No me asustas esta vez, Sr. Choi.- Dije firmé y Minho soltó una carcajada.

-Infiernos, debo buscar otra manera de asustarte.- Tomó las maletas y comenzamos a ingresar al lugar.

Dos señores salieron corriendo de la puerta principal y se acercaron a nosotros.

-Señor Choi, está de regreso, déjeme ayudarle con ésto.- Uno de los hombres se llevó las maletas.

-Él es mi pareja está embarazado y les pido de favor que todo lo que él les ordene, obedezcan.- Dijo con ese tono firme.

-Sí señor.- Dijeron los dos al unísono.

Los hombres se llevaron a Zeús pues iban a darle una ducha.

Cuando entramos me quedé perplejo.

El piso era puro mármol color beige, las escaleras estaban muy grandes, había una gran lámpara con cristales adornando ésta.

-Bienvenido a tu nuevo hogar, mi amor.- Me abrazó Minho por detrás.

-Es muy lindo a decir verdad, me gusta.- Acaricié sus brazos que rodeaban mi cintura.

Me llevó a su habitación ubicada escaleras arriba al fondo a la derecha, la puerta era madera firme color marrón.

Al entrar, vi un gran ventanal que alumbraba el lugar.

La cama era más grande que la de París... y se veía más cómoda.

Mencioné a Minho que quería ducharme y como siempre, nos bañamos juntos.

....

Me encontraba en la enorme cama, pensando en mi peligroso pero sexy hombre, quién estaba parado en el gran ventanal, bebiendo algo rojo en una copa de cristal.

Acostado, lo observé.

Sus ojos mieles fijos al paisaje, contemplando el lugar, su mandíbula afilada relajada, sus gruesos labios rozando la copa, su pequeña nariz respingada, esas cejas tupidas que se encontraban levemente fruncidas.