Capítulo 40

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Después de estar toda la tarde estudiando dan las 21:00, en una hora tenemos que estar en el estadio donde es la pelea. Termino de cenar y me meto directamente en la ducha, cuando termino me seco el pelo y me lo aliso. Decido ir en pantalones, hace un poco de frío por las noches aunque ya estemos en primavera. Decido ir entera de negro y con una chaqueta marrón.

Me maquillo un poco y ya estoy

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Me maquillo un poco y ya estoy. Miro la hora, solo quedan 10 minutos para las 22:00 así que corro escaleras abajo hasta salir de mi casa. Allí ya me están esperando Berta y Jack en el coche de él.

Entramos casi corriendo al estadio y buscamos nuestros asientos, siempre en primera fila. Nada más sentarnos sale el señor de siempre.

— ¡Bienvenidos a los cuartos del campeonato comarcal! — Grita el señor. — Vamos a dar paso a los dos boxeadores que se enfrentaran esta noche. Por la izquierda con 15 victorias y 2 derrotas. ¡The Bull!

Entra un chico tatuado, no tanto como James, solo los brazos y el pecho. Es moreno y la verdad es que da bastante miedo.

— Y por la derecha con 22 victorias consecutivas y ninguna derrota, ¡The Fast!

Y entra James con su típica seriedad, sube al ring y saluda al otro chico con un coche de guantes como normalmente hacen. Después de que los entrenadores les digan algunas palabras y les coloquen el protector dental el arbitro pita el primer round.

Esta vez James espera a que su contrincante le golpeé primero, cuando lo hace él le esquiva y le da un golpe en el estomago. Después de unos cuantos golpes que no cansan a ninguno de los dos el primer round termina.

El segundo transcurre poco más o menos que el primero y yo me estoy poniendo demasiado nerviosa, está tardando demasiado.

En el tercero James golpea la cara del otro y empieza a sangrar pero no se detiene, sigue intentando golpear a mi chico. Un golpe en en estomago de James hace que se doble un poco, pero recupera la compostura en segundos.

El tercer round termina y yo ya me estoy mordiendo las uñas. Miro a Berta y está igual que yo.

En el cuarto round por fin The Bull cae al suelo pero todos gruñimos cuando se levanta antes de que el árbitro empiece a contar. Por un descuido de James también acaba él en el suelo pero con la poca fuerza que le queda se pone de pie, se nota de sobra que los dos están cansados.

Después de un golpe en el estomago y otro en la cara The Bull cae al suelo y por fin el árbitro termina de contar. Todos saltamos de nuestros asientos y James se dobla dolorido, cuando lo veo paro de gritar, algo va mal. Veo como le falta el aire y después de que digan que es el ganador lo llevan corriendo hacia los vestuarios.

Voy corriendo por el pasillo pero antes de entrar a su vestuario un hombre muy grande me para.

— No puede entrar, señorita.

Levanto mi vista hacia él.

— Tengo que entrar, tengo que saber que le pasa.

— Le he dicho que no puede.

Me enfado e intento entrar pero me para.

— ¡Joder déjame entrar! — Grito.

Antes de que me conteste la puerta se abre y de ella sabe Ian, el entrenador de James.

— Déjala pasar Scoot.

Y por fin se aparta de mi camino. Cuando entro veo a James echado en una camilla portátil y un médico le está alumbrando en los ojos con una linterna.

— Solo ha sido el cansancio, intenta dormir unas cuantas horas y mañana no entrenes, espera para el siguiente día. — Dice el médico antes de irse.

Me acerco a la camilla, James no me ha visto porque está de espaldas a mí. Cuando nota mi presencia se da la vuelta y una sonrisa aparece en su rostro. Me lanzo a sus brazos, no reacciona al momento pero después de unos segundos me abraza igual.

— Me has asustado mucho, no lo vuelvas a hacer. — Le digo y mis ojos se cristalizan pero no dejo caer las lágrimas.

Cuando nos separamos me mira y por la forma en la que cambia su cara debo parecer que estoy muy preocupada, y es exactamente como estoy.

— Ey, tranquila niña buena. Estoy bien. — Me dice mientras acaricia mi mejilla.

Yo solo lo abrazo. ¿Como se ha podido meter este hombre debajo de mi piel de esta manera?

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