Capítulo 36

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Llegamos al local donde siempre se hacían las peleas, era un local grande pero bastante deteriorado por fuera. Entramos y la gente estaba hablando de lo difícil que será para los dos ganar, que cualquiera de los dos podía salir en camilla y mi corazón cada vez latía más fuerte. Por favor que a James no le pase nada.

Los asientos que James había reservado para nosotros estaban en primera fila. A los pocos minutos de sentarnos las luces del fondo se apagaron y solo estaban las del centro del ring. Un hombre de mediana edad salió con un micrófono en sus manos.

— ¡Bienvenidos al pase a cuartos del campeonato comarcal! — Gritó el señor. — Vamos a dar paso a los dos boxeadores que se enfrentaran esta noche. Por la izquierda con 12 victorias y 1 derrota, ¡The Gorden Boy!

De la izquierda salió un mulato muy musculado y con cara de mala leche, aunque sinceramente la gente que vea a James por primera vez también tienen que pensar eso de él. Yo lo pensé. Cuando sube al ring levanta sus brazos de una manera muy ridícula y algunos gritan y otros le abuchean.

— Y por la derecha con 21 victorias consecutivas y ninguna derrota, ¡The Fast! — Siguió hablando el hombre.

Y por fin por la derecha salió James y subió al ring. Él no hizo ninguna tontería, estaba muy concentrado, era una noche muy importante para él. Cada vez estaba más cerca de ganar el campeonato.

Se sentaron un momento a hablar con sus entrenadores y a colocarse el protector de los dientes hasta que sonó el timbre de que todo empezaba.

James fue el primero en golpear pero el mulato lo esquivó y intentó golpear a James, pero como su propio nombre dice rápido paró el golpe y le contesto con otro en la nariz. El otro intentó pegarle en la cara varias veces pero solo conseguía pegarle en los brazos.

Después de algunos golpes de James hacia el otro sonó el timbre del descanso. Lo primero que hizo James fue mirar hacia nosotros y yo le hice una señal de que lo estaba haciendo muy bien.

Al sonar la campana el contrincante fue más rápido en el primer golpe y James se fue hacia atrás pero rápido se recuperó. Estuvieron dándose golpes mutuamente hasta que un golpe hacia James le hizo caer al suelo.

— ¡Levántate joder! — Grité sin querer.

James giró su vista hacia mí cuando el árbitro empezó a contar y con una sonrisa se levantó.

Descansaron unos segundos y James se tiró sobre el contrincante. Un golpe fuerte directo a la mandíbula hizo que cayera de espalda y al árbitro le diera tiempo a contar hasta 10.

— ¡Y el ganador es The Fast! — Dijo el árbitro mientras le levantaba el brazo. — ¡Estás en la semifinal!

Y yo estaba abajo como una loca gritando de emoción. ¡Ese es mi chico!

(...)

Esperamos Jack, Berta y yo a James por la parte de atrás hasta que salió con algunas tiritas en su rostro pero sonriendo.

— Enhorabuena tío. — Le dijo Jack mientras chocaban su mano y se abrazaban.

— Enhorabuena James. — Le dio un abrazo Berta.

Y se acercó a mí y sin decir nada me besó. Tiró la mochila que tenía en sus manos y me levantó del suelo.

— ¡Levántate joder! — Me dijo bajito.

Me puse roja como un tomate y escondí mi cara en su cuello. Me volvió a dejar en el suelo y besó mi frente.

— ¿Vas a ir a la fiesta que celebración? — Le preguntó Jack a James.

— Lo que diga Celina.

Y todas las miradas se dirigieron hacia mí.

— Yo estoy cansada pero podéis ir, yo puedo coger un taxi. — Dije.

— Pues ya está dicho. — Dijo James. — Celina y yo no vamos.

— Ve si quieres. — Le dije mirándolo.

— No quiero ir a un sitio donde no vas a estar tú. — Me dijo abrazándome.

Sonreí, no podía estar más feliz.

— Bueno chicos, nosotros vamos un rato. Mañana nos vemos. — Dijeron ellos y nos despedimos.

Después subimos al coche de James y arrancó. En todo el viaje fue con su mano en mi muslo, incluso cuando tenía que cambiar de marcha la quitaba pero al segundo estaba ahí otra vez.

Llegamos a mi casa y antes de que bajara lo hizo él y me abrió mi puerta.

— Puedo ser un caballero si me lo propongo. — Reímos.

Llegamos a la puerta, él puso sus manos en mi cuello y acercó sus labios a los míos. Nos tuvimos que separar porque alguien abrió la puerta de mi casa. Mierda.

— Hija, ¿de quién es el coche...? — Mi padre no terminó la pregunta.

Se le quedó mirando a James fijamente con la boca abierta. Nadie decía nada y no sabía por qué.

— ¿The Fast? — Por fin dijo mi padre.

— Me puedes llamar James. — Le tendió la mano.

Mi padre le dio la mano con gusto.

— No me lo puedo creer. Me encanta el boxeo, te acabo de ver en directo. Ha sido una gran pelea. — Le dijo mi padre y yo lo estaba flipando.

— Ha sido un rival duro, señor Bazan.

— Oh no, llámame Theodore.

James asintió.

— ¿Sois amigos? — Nos preguntó mi padre.

Ninguno de los dos contestó, sinceramente no se que somos.

— ¿Estáis saliendo? — Mi padre estaba más emocionado que un niño el día de Reyes.

— Nos estamos conociendo señor. — Le dijo James.

Mi padre asintió.

— ¿Con quien estáis hablando? — Dijo mi madre por detrás.

Cuando vio a James puso su cara típica de asco.

— No pongas esa cara Margaret, es el mejor boxeador de la ciudad. — Dijo mi padre defendiendo a James.

— Se gana la vida dando golpes, me da igual que sea el mejor o el peor.

Puse mis ojos en blanco y James sonrió para que sepa que no le molestó, pero a mí si me molesta que le critique sin conocerlo.

— Venga Margaret, vamos a dejarlos despedirse. — Y mi padre se llevó a mi madre.

— Lo siento por las palabras de mi madre, dice sin pensar.

— No ha dicho ninguna mentira, me gano la vida a golpes. — Se encogió de hombros.

— Pero es un trabajo tan digno como cualquier otro, ya has visto lo emocionado que estaba mi padre.

Nos reímos los dos.

— Mañana nos vemos, ¿vale niña buena? — Asentí con la cabeza y nos volvimos a besar.

Me quedé ahí como una tonta mirando como se iba hasta su coche, cuando llegó me despedí de él con la mano y entré en casa.

(Comentar para tener el capítulo mañana, gracias. ❤️)

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