Capítulo 35

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35

CELINA POV's

Después de que James me hiciera el desayuno me dejó en mi casa y me hizo prometerle que esta noche iré a su pelea, que necesitaba tenerme allí. Yo por supuesto acepté.

Entré en mi casa y me pareció muy extraño que mi madre no saliera a hacerme un montón de preguntas.

— ¿Mamá? — Grité buscándola por el salón y la cocina.

— Arriba. — Escuché su voz venir del piso de arriba.

Subí las escaleras y me asomé en su habitación. Estaba colocando ropa en el armaría y me extrañó muchísima hasta que vi a una persona salir del baño de la habitación de mis padres.

— ¡Papá! — Grité antes de abalanzarme sobre él.

Lo había echado mucho de menos en este tiempo que se tuvo que ir de viaje por el trabajo.

— ¿Qué tal princesa? — Me preguntó mirando mi cara.

Siempre he sido la niña de papá, mi madre es mi madre pero mi papá es diferente. Siento que somos iguales, que puedo confiar en él porque él pensaría lo mismo que yo y cada vez que se va unos días siento que se hacen años.

— Muy bien papá.

Estuvimos por horas hablando y olvidé todo a mi alrededor. Cuando me tiré en mi cama después de la larga charla cogí el móvil y tenía mensajes.

Berta ❤️:

Esta noche te recogemos Jack y yo a las 22:00. No tardes que es horrible entrar en el local de la pelea.

Yo:

A esa hora estaré.

No me dio tiempo a mirar el otro mensaje porque Berta ya me había contestado.

Berta ❤️:

¿Follasteis?

Río por lo directa que es mi querida amiga.

Yo:

¡No!

Veo el otro mensaje que es de James.

James:

Esta noche espero a mi amuleto de la suerte sentado en primera fila para verme ganar.

Sonreí como una tonta mientras leía el mensaje una y otra vez.

Yo:

¿Y si no ganas?

James:

Si estás allí seguro que si, niña buena.

Había recibido otro mensaje de Berta con muchas caritas llorando, tiré el móvil al otro lado de la cama mientras ponía los ojos en blanco y decidí dormirme una pequeña siesta.

(...)

Cuando me desperté miré la hora, 20:00. Pues menos mal que iba a dormir una pequeña siesta. No he estudiado nada de nada y ya no me da tiempo. Mañana me tengo que poner las pilas.

Bajé al salón y allí estaban mis padres sentados en el sofá, pero cada uno en una esquina sin decir una sola palabra. Me parecía muy extraño, supongo que no es lo mismo la chispa que se siente a las 17 que a los 50 pero esperaba que se extrañaran. Mi madre estaba con el ordenador sin mirar ni un segundo hacia arriba y mi padre viendo la tele con una cerveza en la mano. Salí de mi escondite y por fin levantaron la cabeza de lo que estaban haciendo. Yo solo me metí en la cocina porque no entendía nada.

Después de cenar eran las 20:30 así que decidí empezar a ducharme y prepararme.

Esto de no sabes que ponerme es un sufrimiento, me puedo pasar media hora mirando fijamente al armario haciendo look con mi cabeza, y al final me pongo lo primero que pensé. En este caso una falda planteada, un jersey gris un poco ancho acompañado con unas botas negras no muy altas y un bolso negro.

Quedaban 15 min para que vinieron Jack y Berta y a mí todavía me quedaba peinarme y maquillarme

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Quedaban 15 min para que vinieron Jack y Berta y a mí todavía me quedaba peinarme y maquillarme. No quería llegar tarde, quería que James me viera allí al salir al ring así que me solté el pelo de la coleta y me dejé mis ondas naturales. De maquillaje solo me eché un poco de corrector y rímel, pero me veía demasiado pálida entonces decidí ponerme un labial mate granate. Sí, así sí.

Escuché un coche pitar y sabía que eran ellos. Bajé las escaleras corriendo y estuve a punto de caerme por los botines.

— Mamá, papá, me voy.

— No vengas muy tarde. — Me dijo mi madre.

— Pásatelo bien, cielo. — Dijo mi padre.

Ahí está la diferencia de los dos.

Salí de casa y rápido me monté en la parte de atrás del coche de Jack.

— ¿Estáis preparadas para ver a The Fast patearle el culo al otro? — Dijo él.

— ¡Siiiii! — Gritamos Berta y yo, los tres nos empezamos a reír.

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