- Vaya, vaya, qué tenemos aquí. La joven natural viene a entregarse.
- Vengo a darles la debilidad. -El Colegiado se puso ansioso, por fin tendrían la respuesta que tanto habían estado buscando, lo que les daría la ventaja en la batalla pronta a comenzar.
Mina abrió su billetera y sacó una foto.
- Él es mi padre. Me está abrazando. Habíamos ido al cine a ver una película de dibujos animados. La foto fue tomada por una señora que se ofreció voluntariamente. La gente que está a mi alrededor frenó para que saliéramos solo nosotros dos en la imagen y el vendedor que se ve detrás me regaló una de sus bolsas con pochoclos -Mina tomó otra foto-. Aquí estoy con mis amigas. Tomábamos un té en casa de Ailín, mi prima, quien se ofreció a servirlo. Yo llevé galletas, Mary llevó facturas, Agus propuso poner música en su celular y la mamá de Ailín había preparado torta casera para todas. Tomó la foto su hermano que justo pasaba por allí y quiso hacerlo.
< Esa es la debilidad, caballeros: el amor por otro humano. La debilidad es el amor hacia otros, lo que hacemos por amor, el cuidado hacia el enfermo y el respeto a los mayores. La debilidad del hombre es ser humano, es su bondad y su solidaridad hacia quienes amamos, a quienes deseamos buena suerte antes de un examen, a quienes ofrecemos un hombro para que llore y se desahogue, a quien damos la mitad de nuestro alfajor o preparamos una infusión porque queremos compartir esa tarde con él, a quien dedicamos tiempo y damos regalos y risas y queremos hacer reír porque eso es sano y sabemos que le hace bien... -Mina comenzó a llorar al tiempo que guardaba la foto en su billetera nuevamente.
< Los humanos que han conocido siglos anteriores son diferentes a los actuales, en serio, ya no somos gobernados por creencias obsoletas e inútiles. Hemos cambiado. Evolucionado y creo firmemente que podríamos vivir en paz, todos juntos en un mismo plano. Lo sé. Hay mucha gente buena allí afuera que hace del mundo un lugar más habitable, y no es justo que paguen los platos rotos ajenos de otra gente, de otro tiempo. Somos buenos, hay muchos, miles, millones de seres humanos que hacemos las cosas bien y que amamos profundamente el planeta, la vida. Sé que es difícil creerme, pero podemos estar bien. Solo... por favor... -Mina espero ansiosa la respuesta, esperó hasta que el canoso de cabello largo cortara el silencio...
(CONTINUARÁ)
ESTÁS LEYENDO
Yo No Creo En Las Hadas
FantasyEl mundo de Mina se pondrá de cabeza cuando atropelle con su bicicleta a Milo, un joven cretino de aspecto extraño, con ojos agudos y una capacidad para volar que nunca creyó que vería en un ser humano, pero esa es la cuestión, Milo no es humano, si...