Urgencia

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La esquina estaba oscura a la hora que llegó. De repente, el pensar que tal vez no era Milo quien le había dejado ese mensaje le heló la sangre hasta el hueso y llegó a sentir el bochorno de la idiotez que acababa de cometer.

¿Y si no era un mensaje de Milo realmente? ¿Y si era una trampa? Podía serlo perfectamente, por esa misma razón la situación estaba cargada de una exorbitante histeria. Comenzó a pensar que había sido un error o que había perdido la cabeza, que tal vez esos mensajes eran imaginarios y que su mente desesperada por volver a la tierra de las hadas había hecho que leyera lo ilegible.

Entonces una figura alta apareció frente a ella.

- Mina.

- ¿Teo? ¿Eres tú? ¡Por dios! Sabía que era real, no estaba loca.

- No.

- ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Fuiste tú el del mensaje?

- Sí, fui yo. Necesito tu ayuda. -Teo se le acercó, la tomó de la mano y la sacó de debajo de la luz de la farola. Teo respiró hondo y la miró a los ojos. Estaba dominado por una congoja que lo consumía-. Vine aquí cada noche pensando que habías visto el mensaje.

- ¿Desde hace cuánto que lo has dejado?

- Dos semanas. 

- ¿Por qué no me lo dijiste en persona?

- No lo sé, no podía arriesgarme a que me vieran. No importa ya. Milo está condenado a muerte por sus crímenes. -El rostro de Mina se había endurecido y su color habitual estaba notablemente diluido.

- ¿A muerte? ¿Lo matarán? ¡¿Ahora?!

- Milo jamás ha hecho algo para que lo maten. Ha estado detenido por días, lo han... -No podía decirlo, no hacía falta tampoco, porque Mina ya se imaginaba lo que le habían hecho-. Mina, eres la única que puede salvarlo. Yo he tratado de impedirlo, con los chicos hemos tratado miles de veces de sacarlo de la torre donde lo tienen atado, pero es imposible. Han duplicado la seguridad, la magia es excesivamente complicada y no pudimos romper las barreras de energía. Tal vez tú... tal vez con que estés cerca se logre debilitarlas para entrar, tomarlo y salir.

- Pero, Teo, ¿cómo crees que puedo ayudarlo? Digo, la última vez que lo vi me golpeó y me echó de sus tierras, él... Él no me quiere allí.

- Lo hizo para salvarte -Mina lo miró con gesto extraño-. Ellos te iban a matar, Milo te salvó la vida. -Teo se le acercó y le explicó cada detalle:

- Se decidieron por aprehender a Milo para matarlo porque, si él puede generar El Lazo con un humano, ellos creen que podría hacerlo con cualquier otro y así crear el arma perfecta y derrotarlos, destronarlos o como sea que se diga, lo que implica sabotear el plan de ataque contra los naturales.

- No sé si eso es posible, no sé cómo funcionó, él estaba consciente cuando todo sucedía y éramos como un equipo... ¡Dios mío! ¡Teo! ¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! -Las preguntas de Mina se acumulaban con furia por todo, desde Teo y su cobardía para hablar con ella de frente hasta la imposibilidad para hacer algo por Milo. 

Teo la miró con profundo arrepentimiento, como si fuera su culpa la falta de tiempo.

- Lo siento mucho, por favor, te necesitamos. Milo te necesita, eres la única que podrá salvarlo.

- ¿Cuándo es la fecha de ejecución?

- Esta noche.

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- Si la condición es esencial, me temo que la única manera de evitar que se vuelva a producir El Lazo es alejando las partes, una de la otra. -El viejo abrió los ojos y la idea le llegó como un rayo. Se puso de pie y caminó hasta un ventanal ovoide que iba desde el techo del palacio hasta las gigantes baldosas beige pálido-. Es claro que es peligroso, subversivo, nos pondría en peligro mortal si la vuelve a ver. Deben permanecer estricta y eternamente separados. Alejándolos por un lapso no anula el problema, solo lo pospone.

- ¿Qué sugiere?

- La puerta no puede abrirse si la llave se quiebra. -El profesional de laboratorio, quien había llevado el informe sobre el estado de Milo se había detenido en seco al oír la propuesta.

- Señor, lo que sugiere es...

- Lo que sugiero evitará nuestra destrucción, doctor. Además, es un reconocido ladrón y estafador, ha cometido varios crímenes contra el Colegiado, está a favor de la resistencia, se relacionó con una natural y la refugió aún conociendo las leyes establecidas. Tantos delitos no se pueden olvidar. No hay tiempo para consultarlo, estoy seguro de que mis compañeros estarán de acuerdo y más que satisfechos con lo que decidí. Quiero los informes completos lo antes posible de ese sujeto. Antes de la ejecución, quisiera ver su qué oculta en su sangre.

- Señor, apenas tenemos las muestras de su sangre, no hemos iniciado con los laboratorios aún, ¿no sería mejor que...?

- Se realizará mañana mismo, consciente o no. -El profesional del laboratorio estaba en una encrucijada ya que extraer sangre de un ser sin su consentimiento era delito y no quería hacerlo, pero el gobernador de su nación parecía urgido por obtenerlos a cualquier costo-. Tal vez saquemos algo de información sobre El Lazo de su sangre. Y luego mátenlo -El alto viejo hizo un ademán con su mano derecha antes de retirarse. El hombre de batón blanco bajó la cabeza y salió del salón rumbo a los pasillos hacia los laboratorios privados.

Sobre la escalera, en el peldaño número cien, justo detrás de la cortina de terciopelo rojo, Mirlión escuchó con claridad lo que sucedería en veinticuatro horas.


(CONTINUARÁ)

Yo No Creo En Las HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora