Siete

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Tus ojos que eran como dos pozos de agua, volvían a brillar y tus mejillas y tus labios volvían a estar de ese intenso color rosa. Sentía la necesidad inmensa de saber qué era lo que había ocurrido para que huyeras de esa manera y también necesitaba pedirte perdón, pero nunca te separaste de Katherine hasta que finalmente pediste permiso para ir al baño. Era mi oportunidad.

Me levanté de mi sitio unos pocos minutos después despistando a Mia y te detuve cuando bajabas por las escaleras de vuelta al jardín.

Logre percatarme de como retenías la respiración y yo por alguna razón me sentía intimidado.

Amor infinito | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora