Cincuenta y cuatro

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Elliot frustrado comenzó a hablar, y por segunda vez en la noche mi corazón se rompió al darme cuenta de todo. No era lástima lo que sentía por ti si no que me dolió el hacerme una idea de todo lo que debiste sufrir tu sola.

Había sido un imbécil y ahí fue cuando recordé que una noche me susurraste: «Estas entre lo que quiero tener, pero me da miedo tener» No sabía a qué te referías en ese momento, pero al igual que todas las demás cosas que en su momento no tenían sentido, ahora lo tenían y me dolía cada vez más saber el significado que tenían para ti.

Amor infinito | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora