Noventa y cuatro

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A los pocos minutos después los niños entraron corriendo al patio, les brillaban los ojos y estaban felices de poder salir a jugar, pero frunciendo el ceño me acerqué a una de las encargadas y le pregunté sobre los bebés.

Ella dijo que teníamos que pasar a la otra sala que era la sala cuna así que asintiendo me devolví a buscarte, pero me sorprendió encontrarte hablando con un niño de unos cuatro años de edad. Su cabello era castaño, de tez clara, tenía los ojos de color verde y sus labios eran de un fuerte color.

Los ojos de ambos brillaban y no dejaban de reír producto de una de tus ocurrencias, por lo que aprovechando el momento, tomé mi celular y les saque una foto para luego acercarme.

Su nombre era Damián.

Amor infinito | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora