En la primera ecografía ambos estábamos nerviosos, pero con el paso de los segundos la expresión de tu rostro se relajaba.
Casi sentí que se me salía el corazón del pecho cuando en la pantalla apareció con un filtro sepia un pequeño porotito, y ese porotito era nuestro bebe.
De repente la doctora Greene lo apuntó desde otro ángulo y se logró apreciar otro porotito más.
Sintiendo como un nudo se me formaba en la garganta le pregunte con voz seca qué era eso y la respuesta de ella te hicieron sollozar.
Eran dos.
ESTÁS LEYENDO
Amor infinito | TERMINADA
Fiksi PenggemarLa vida nos pone difíciles obstáculos en donde hay veces que tropezarse y caer nos duele tanto que nos da miedo levantarnos y volver a caer, pero esta vez no tener la suficiente fuerza para levantarnos nunca más. ¿Pero qué ocurre cuando hay algu...