Estaba decidida a seguir disparando y accione el gatillo una vez mas, pero para mi mala suerte no tenía mas balas.
Tiago se quedo de pie frente a mí, serio y sangrando pues la bala le había dado en el brazo.
Unos hombres se acercaron por atrás, me quitaron el arma y me tiraron al suelo, yo no tenia mas fuerzas así que deje de pelear.
— Nadie se había atrevido a tanto — menciono Tiago
Estaba saliendole mucha sangre pero ni se inmutaba, salio del lugar y antes ordeno que nos llevaran a todos a que nos atendieran, su voz no reflejaba molestia, solo seriedad y tranquilidad.
Me llevaron casi a arrastras a una habitación que tenia equipo medico, había tres enfermeras, y luego nos llevaron hasta un cuarto con camillas, pero después volvieron por mi y me llevaron a un cuarto aparte.
Una de las enfermeras me llevó al baño y me dijo que si deseaba bañarme lo hiciera, lo hice de inmediato aunque lo que en realidad quería era comer, me di el mejor baño de mi vida era como volver a nacer.
— Te dejo una bata limpia para que te la pongas — mencionó la enfermera entrando al baño
Tarde un poco en el baño pues, no tenía ánimos ni fuerzas para salir, me empecé a sentir muy mal, recuerdo que me puse la bata apenas pude mirarme al espejo y todo se oscureció.
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Desperté en la camilla dentro de la habitación tenia un suero puesto, pero no me sentía mejor
— Despertaste — mencionó la enfermera entrando por la puerta con una bandeja con comida — te traje algo ligero para que comas, es solo un poco de fruta y agua, poco a poco iremos agregando mas cosas, es para que no te haga daño, pasaste mucho tiempo sin comer bien — decia mientras acomodaba la comida en una mesa
— ¿Cuanto tiempo? — pregunte secamente
— Casi tres meses
La respuesta me callo como un balde de agua fría, pase tres meses encerrada, pude morir, aun no sabía como es que estaba viva.
Pase una semana recuperándome había perdido mucho peso, estaba casi en los huesos, me miraba al espejo y no me reconocía, en todo ese tiempo no había vuelto a ver a Tiago , hasta ese día que nos reunieron a todos los que estábamos en recuperación en una sala grande.
Entré y ya estaban los demás con los que escape, me acababan de quitar el suero después de una semana, el brazo me dolía y parecía que todos estábamos en la misma situación, me senté y sentí las miradas de todos eran diez hombres quebrados y yo en una habitación.
— Gracias — mencionó un hombre delante de mí
— ¿Porque? — contesté
— Porqué nos sacaste a todos — agrego otro de los hombres
Me sentí mal en ese momento y no contesté nada, pues yo los saque para salvarme yo, no para ayudarlos, pero obviamente no les diría eso.
En ese momento entro Tiago tan elegante y pulcro como siempre, me miro y no baje la mirada la sostuve si alguien debía agacharse seria él.
— Todos ustedes estaban encerrados por diferentes motivos, algunos por faltas, otros como entrenamiento pero al final eso no importa, porque solo Kat tuvo la inteligencia para intentar salir, y no solo eso, los saco a todos ustedes — decia con firmeza — ninguno regresara a las celdas, todos ustedes irán a nuevos lugares y volverán a tener sus beneficios, pero si vuelven a fallar el tiempo que se quedaran en la celda sera el doble e ira aumentando con cada error, les daremos tiempo para que se recuperen por completo y regresaran a trabajar — comenzó a dar hojas a uno por uno menos a mí — son sus nuevas misiones, pueden irse, menos tú — me miro desafiante
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Catarsis
RandomKat una jovencita de dieciséis años ve su vida cambiar por completo después de asesinar a su abusador. La vida le pone muchos retos que debe afrontar y superar hasta que llegue a conocer su verdadero ser.