capítulo 30

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Entre a la oficina principal a rendir mi declaración en presencia de mi abogado y varios testigos.

Relate lo que sucedió esa noche omitiendo las explícitas partes donde lo apuñale hasta el cansancio

— Si sucedió esto ¿Porque escapaste? Según tu declaración se asume que es defensa propia ¿Porque escapar? — preguntó directamente

— Me fui porque necesitaba ayuda, el me disparó, me golpeo, perdí mucha sangre, creí que moriría, tenia roto un brazo, además cuando entraron los vecinos me sentí muy amenazada, cuando salí el estaba vivo y después no supe que paso, desperté tres días mas tarde y fue imposible entregarme, todos decían que yo era peligrosa y no fue así

— ¿Donde despertaste? — preguntó

— En una casa con unas personas que me ayudaron, me dijeron que me encontraron tirada en la nieve llena de sangre y me cuidaron todos esos días, no puedo decirle quienes fueron porque no quiero afectarlos, me salvaron la vida sin saber quien era

— Sin pruebas esto es meramente circunstancial —  alego

— ¿Pruebas? Tengo la cicatriz de los disparos, el me disparo antes de que yo me defendiera — me puse de pie y le mostré el hombro y el disparo en el abdomen — es algo que jamas se me va a curar

Tomaron fotos y las adjuntaron como pruebas, las marcas del hombro eran recientes pero eso ellos no lo sabían, ordenaron un estudio medico completo para verificar si tuve roto el brazo y cuanto tiempo tenia la lesión, además de identificar otras lesiones que concordaran con mi historia.

Eso me lleno de esperanza sabia que podía al menos ganar el caso y alegar defensa propia, según el abogado el que aparentemente yo me entregara también daba una señal de esperanza pues me beneficiaba.

En cuanto terminamos me llevaron a las celdas, supe que me quedaría ahí mismo unos días hasta que completarán todo para trasladarme aun lugar mas grande.

Apenas estuve dos días, no había dormido casi nada, me habían llevado al menos cuatro veces a contar mi versión una y otra vez, estaba agotada mentalmente y físicamente, aun nadie sabia nada de Ian y tenia mucho miedo por el, eso me provocaba ataques de ansiedad varias veces al día, incluso tuve un par frente a los investigadores mientras me interrogaban.

— Van a trasladarte a la prisión para mujeres, en quince días sera tu primer juicio, tengo muchas esperanzas, trata de hacer las cosas bien, buen comportamiento y no llames la atención, ya la llamaste demasiado, no dejan de hablar de ti en las noticias, pero lo use a tu favor, di a la prensa una copia de tu declaración y tienes el apoyo del público pese a los esfuerzos de tu tía para ensuciar tu imagen

— ¿No puedes pagar fianza para esperar el juicio afuera? — no creía poder con tanta presión sobre mi en la prisión

— Lo intenté pero no alcanzas fianza por haberte ido, temen que vuelvas a escapar

Me resigne y espere para que me llevaran, tardaron un par de horas hasta que fueron por mi

— Ya venimos por ti, eres mas solicitada que una estrella de cine — dijeron entre risas dos policías

Me esposaron e hicieron un show al sacarme como si yo fuera la peor asesina de la historia, afortunadamente cubrieron mi cara y me llevaron agachada hasta el auto, me costaba caminar por las esposas en los pies y en las manos, escuchaba a todos lanzando preguntas y flashasos por todos lados, sentí alivio en cuanto me subieron.

— Vamos a tu nuevo hogar, dejame decirte que se mueren por conocerte, tendrás una buena  bienvenida te lo aseguró

Me limite a no decir nada, la prisión estaba a una hora en auto así que trate de disfrutar mis momentos a fuera.

CatarsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora