Capítulo 34

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- ¿De verdad? - conteste entre feliz y sorprendida, como si se tratara de una gran noticia

- Confirma con el abogado - ordenó y lo hice Marcus fue a buscarlo y confirmo que en efecto había sufrido un ataque cardiaco y estaba muerta

- Es una gran noticia, el menos ya no habrá tanta presión por la loca esa - Dijo Ian al teléfono, lo había puesto en el alta voz

- Así es pero ahora tengo muchas cosas que arreglar, Kat es hora de que te lleven de vuelta - mencionó el abogado

Me despedí de Ian y de Marcus, Dimitri me sacó por la parte de atrás, esta vez el abogado no nos acompañó, íbamos solos, al entrar me quito las esposas y me abrazo otra vez

- Marcus esta muy enamorado de ti - aseguró - te mira de la misma manera en la que tu vez a Ian

- Al menos sabes que si amo a Ian - Sonreí

- Tendrías que ser idiota si te ofrecieras a pasar por esto sin que lo ames, lo demostraste de una manera única, pudiste decirle a Marcus que te ayudara y escapar pero decidiste luchar por el, tienes algunos puntos a favor, guardalos en el futuro pueden servirte

- ¿Aun quieres matarme? - le dije de manera tierna

- No, ya no, creo que morir para ti seria bastante sencillo, te haría sufrir mucho de muchas formas primero, ya se tus puntos débiles

- Bueno sera un placer sufrir en tus manos - me burle

Llegamos a la prisión y se despidió antes de bajar

- Dale esto a Ian - lo abracé con todas mis fuerzas

- ¿No le mandaras un beso? - preguntó perversamente

- No te pases de listo

- Te veo en un mes gatita, no mueras y no consumas idioteces por favor - lo ultimo lo dijo en tono serio

Me puso las esposas y bajamos, de inmediato me llevaron adentro, no sin antes revisarme y ponerme el uniforme

- Mataste a tu tía en televisión nacional - dijo Lena al verme

- Yo no la maté - aseguré fingiendo estar ofendida y comenzamos a reír después de eso

Al parecer todos habían visto el juicio en televisión pues me felicitaban y todas decían que me iban a liberar.

Pase tres días sin ningún ataque, me habían asignado un trabajo similar al de la antigua prisión, el mantenerme ocupada me ayudaba mucho, no estaba buscando peleas aunque fumaba como una loca casi todo el tiempo después del trabajo.

El cuarto día comenzó normal, fui a las duchas, no me sentía irritada, pues había tenido una buena noche, aunque mi optimismo empezaba a decaer al sentir los días eternos

- Escuchamos que vas a salir - se acerco una de las mujeres que me doblaba el tamaño

- ¿Te importa? - dije sin interés

- Si, jamas te dimos la bienvenida ¿Crees que tu bonita cara te va a salvar?

- ¿Crees que por mi bonita cara no me puedo defender? - la reté

- Eres tan pequeña - se burló entre risas junto con otras tres mas

Trate de no seguir en eso y camine a la salida, ya me había bañado y me había vestido, no tenia porque quedarme, la mujer me empujo por la espalda y me encendí, me gire y comencé a golpearla, se defendió pero no alcanzo a darme ningún golpe, Dimitri me enseñó muy bien a pelear con alguien mas grande que yo y sabia que solían ser lentos.

CatarsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora