Capítulo 56

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Había perdido la cuenta de los días metida en esa habitación, estaba completamente incomunicada, Tiago me iba a ver todos los días pero me hacia sentir que me ocultaba cosas, pues al preguntar por Rebeca, Clarissa o por mismo Marcus me daba evasivas y me decía que para volver a mi vida necesitaba recuperarme.

Tenía muy poco dolor ya pero todas las noches me sedaban completamente para evitar algún ataque, en el día me la pasaba llorando y sintiéndome completamente miserable, mis crisis de ansiedad se habían duplicado.

Esa tarde por pedido de Tiago me visitaría un psiquiatra para que me diera algún tipo de medicamento, para la ansiedad y para la depresión o algún tratamiento.

El hombre llegó y converso conmigo algunos minutos, el ya estaba al tanto de lo que había sucedido recientemente, solo le comente sobre los ataques de ansiedad y la forma en la que me ponía en las noches que era el porque me sedaban.

Me recetó un par de pastillas que debía tomar constantemente para calmar un poco mis crisis, sugirió que debía internarme para un tratamiento completo en una clínica y así evaluar el daño y poder superar mis "episodios".

Tiago estaba presente al momento que dijo eso, pero al igual que yo se negó, era demasiado, aceptamos las pastillas por el momento.

Al pasar de los días, me sentía muy tranquila, quizás demasiado, me sentía tan ajena a todo y no me importaba más nada, ni el hecho de que seguía encerrada hacía ya un mes, ni siquiera intentaba salir.

Mis heridas ya habían casi sanado por completo, no me dolían, pedí que me dejaran hacer algo de ejercicio leve en la caminadora y cosas por el estilo y accedieron.

Pronto empecé a ir al pequeño gimnasio que había en la casa, pero al salir de mi habitación a el gimnasio me acompañan los mismos dos hombres y cuidaban que nadie mas me viera, me parecía raro pero no me importaba en ese momento.

Cada día subía la intensidad del ejercicio, al punto de sentir dolor, pues solo así me calmaba, ese día en especial no me sentía muy bien y decidí interrumpir la rutina e ir a ver a Tiago, salí del gimnasio y empecé a recorrer la casa, supuse que como en las otras casas la oficina de Tiago estaría en los mas alto, así que subí, al subir pude ver la ciudad a lo lejos, no la reconocía, no tenía la menor idea de donde estaba.

Cada día subía la intensidad del ejercicio, al punto de sentir dolor, pues solo así me calmaba, ese día en especial no me sentía muy bien y decidí interrumpir la rutina e ir a ver a Tiago, salí del gimnasio y empecé a recorrer la casa, supuse que ...

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Me acerque a una puerta y escuché voces, me quede quieta tratando de oír quien era

— Es el señor Marcus otra vez quería hablar con usted, se me acaban las excusas señor y llama tres veces al día, él personalmente — escuche decir a la asistente de Tiago

— Sigue diciendo lo mismo, que no puedo atender que yo le llamaré — contesto Tiago cansado — Es lo que te digo, Marcus se esta volviendo una molestia, no le diré donde estoy y mucho menos donde esta Kat, lo que menos quiero que ella dependa de otra persona como lo hizo con Ian, Ahora ella esta tranquila, enfocada

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