5: Nuevos vecinos

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Seguí avanzando detrás de ellos hasta llegar a una pequeña sala que se encontraba a pocos metros de la entrada

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Seguí avanzando detrás de ellos hasta llegar a una pequeña sala que se encontraba a pocos metros de la entrada. Parecía un refugio con todo lo necesario para poder vivir o mejor dicho, sobrevivir, con todo tipo de infraestructuras: escaleras de metal, plantas, ascensores, habitaciones, comedor...

—¡Por fin estáis de vuelta! Menos mal que pudisteis salir de allí con vida. Estábamos muy intranquilos tras haber escuchado las últimas noticias — dijo una mujer de mediana edad sentada frente a una pantalla interactiva. Estaba claro que para estar escondidos no se iban a privar de cualquier tecnología.

—¿Acaso dudabas de nosotros? Aquí estamos Elizabeth, sanos y salvos — dijo Thomas abrazándola —. Te traemos a una nueva inquilina. Esta es Loreen. Hemos tenido algunos problemas y se ha implicado en la fuga sin querer. Es hija de uno de nuestros informadores, así que cuídala bien.

Elizabeth se acercó a mí con una gran sonrisa en la cara y me dio un fuerte abrazo. Me alegré por encontrar a alguien amable y en el que poder confiar si necesitaba alguna cosa. Excepto huir de ahí, claro. No todo en esta cueva iban a ser tipos armados hasta las cejas.

La mujer me tomó mis huellas dactilares y me dio un par de combinaciones de ropa, camiseta de tirantes, pantalón y botas. Todo de color negro. Me entristeció saber que no iba a poder llevar ropa colorida o blanca, como mi vestido de graduación.

—Cámbiate de ropa aquí, y después te llevaré a tu nueva habitación.

La mujer salió de la estancia para darme intimidad y seguir conversando con Thomas y Craig. Me vestí lo más rápido posible y tiré mi vieja ropa a un contenedor que también había en la sala. Usé un coletero que tenía en mi viejo pantalón para recogerme el enmarañado pelo en una coleta y salí para lucir mis nuevas galas.

—Te sienta muy bien el negro — bromea Thomas.

—Como a todo el mundo. ¡Este color adelgaza! Bueno, eso y que cada vez nos quedan menos provisiones de comida — le reprocha Elizabeth.

—Lo sé, tendremos que mandar algún grupo fuera para robar más alimentos. Nosotros nos vamos ya a informar al resto de lo que hemos conseguido. Lleva a Loreen a su habitación para que descanse.

—Por supuesto, no le va a faltar de nada para que se sienta a gusto, al menos hasta que se acostumbre. No es fácil abandonar la vida en el exterior para meterte a vivir como una ermitaña en esta cueva — dice Elizabeth dirigiéndose a mí y yo suelto una sonrisa forzada.

—Loreen, si necesitas algo, lo que sea... Bueno, ya me encontrarás — dice Thomas despidiéndose con un abrazo. Creo que será lo más parecido a un padre que voy a encontrar por aquí.

Todos subimos por unas escaleras y Craig y Thomas cogen una bifurcación contraria a la nuestra, mientras Elizabeth y yo nos dirigimos a mi nueva habitación. Nos paramos frente a la puerta, ella me coge el dedo índice y lo coloca junto al lector que hay justo al lado.

RESISTENCIA [EN EDICIÓN] [COMPLETA] #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora