21: Valentía

84 16 0
                                    

Me dirigí al salón central intentando esquivar a los guardias, y subí de nuevo otras escaleras de metal que conducían a la parte superior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me dirigí al salón central intentando esquivar a los guardias, y subí de nuevo otras escaleras de metal que conducían a la parte superior. Allí descubrí un almacén, que sospechosamente estaba libre de vigilancia. Me aseguré de que el frente estaba despejado, y rompí la puerta de una patada en el pomo.

El pequeño cuarto estaba abarrotado de explosivos. Fijé la atención sobre una de las cajas y cogí una especie de armadura cubierta de varios tipos de pólvora. Llevaba varias etiquetas con denominaciones de cada tipo de químico que habían usado y presumí de que eran de nuevo desarrollo, ya que nunca había leído nada sobre esos códigos. La armadura parecía diseñada para que su portador se inmolara y matara a todas las personas de su alrededor. Tal vez fue eso lo que sucedió en el anfiteatro. Sin pensarlo mucho, la até y aseguré sobre mi cuerpo. Tenía miedo de no poder deshacerme de ella antes de que la bomba pudiera explotar, pero esto me serviría para entrar sin ningún problema, ya que si me disparaban, todo saldría por los aires. Ahora era yo la que tenía el mando de la situación.


El Anfiteatro constaba de dos plantas, el patio de butacas y un palco superior, a unos metros por encima del escenario. Me asomé para tantear el terreno y tuve vértigo de ver lo lejos que estaba el suelo. Pero el miedo se dispersó en cuanto vi que Craig estaba todavía más acorralado por La Guardia. Si dudaba un poco más, probablemente lo matarían. En ese momento pasaba un guardia por debajo del balcón y pensé en usarlo como colchón. ¿Por qué no? La situación ya era lo suficientemente crítica como para no intentarlo. Cogí carrerilla y... Me amarré a los barrotes del balcón para impulsarme y dar un salto.

Descendí precipitada hacia las espaldas del hombre y mi cuerpo impactó contra su cabeza, oyendo un fuerte crujido proveniente de su cuello. Por suerte, el impacto no había accionado la bomba; no se me ocurrió pensar en el peligro antes de cometer semejante locura. Al menos, había conseguido llegar a la sala. Mis niveles de dopamina estaban por las nubes por la excitación del momento. Hasta que me di cuenta de que la muerte de su compañero había alertado a varios guardias que estaban cerca de nosotros.

—¡Alto ahí!

Maldita sea.

Me escondí bajo las butacas y gateé hasta poder llegar al pasillo central. La Guardia intentaba estrechar el cerco sobre mí sin saber exactamente por donde me escabullía. Seguí avanzando y me puse en pie en medio del pasillo al tiempo que los guardias sacaban sus pistolas. Levanté las manos en señal de paz y dejando ver claramente que iba rodeada de explosivos. Craig se revolvió y gritó para evitar que me dispararan y Jordan me miraba esperanzado por recibir ayuda del exterior.

—¡Parad! —ordenó Susan al verme con la dinamita pegada al cuerpo—. No disparéis.

La Guardia me escoltaba por detrás apuntándome con sus armas, mirándome fijamente para predecir cual sería mi próximo movimiento.

—Sin duda alguna Loreen, tienes agallas de venir hasta aquí de ese modo.

Me encontraba a pocos metros de ella. Nunca la había visto tan de cerca. En su rostro habían saltado algunas arrugas por el estrés que pronto tendría que arreglar con una inyección de botox.

RESISTENCIA [EN EDICIÓN] [COMPLETA] #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora