CAPÍTULO 40

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POV JOSH: 

2 MESES DESPUÉS.

Hoy es el esperado dia para mí y para Jen, hoy sabremos el sexo de nuestro bebé. Unas semanas después de haberle quitado el yeso a Jen ella ya caminaba como antes, solo le quedo una pequeña mancha morada en su pantorrilla derecha, cicatrizo casi tan rápido como la de su vientre; ella no tiene complejos físicos así que no le importa lo más mínimo esas dos pequeñas manchas o como ella les llama «Marcas de color».

Hasta ahora no ha dado ninguna entrevista a los medios, pero lo hará mañana cuando también ella anuncie que será. No, es broma, ella no dirá nada. Jen y yo hemos acordado que es mejor mantener su embarazo en un estado privado por así decirlo, que solo lo sepa la familia y que el mundo lo sepa después de nacer el bebe.

Según las chicas hoy no es solo un dia importante por esa razón, sino porque hoy es... ¡Mi cumpleaños! la verdad yo estaba más concentrado en lo del bebé que cuando desperté no me acorde de eso. Tambien recibi el mayor susto de la vida ya que Jen, Sayvic y Adriana creyeron que la mejor manera de despertar en un dia especial para mí era con "una sorpresa".

FLASHBACK:

Tengo el mejor sueño del mundo, consistía en que yo estaba en ese hermoso jardín en Carolina del Norte donde le pregunte a Jen si quería ser mi novia. Veo corriendo a Jen detrás de un bebe de piernas regordetas que apenas parece dar sus primeros pasos para luego tomarlo en brazos. Ya estoy medio despierto así que abrazo a Jen mas a mí y le doy un beso en la sien.

—Buenos días mi amor—le digo.

—Josh... me estas aplastando—dice la bella y dulce voz de... ¡¿Adriana?! Abro los ojos de golpe dándome cuenta de que en efecto si es ella ¡¿Que demonios?! Me aparto de ella. Veo que trata de contener una carcajada. De repente la puerta del baño se abre y salen Sayvic y Jen muriéndose de la risa, sus carcajadas son estridentes. Adriana se une a ellas.

—¡Debiste ver tu cara! —exclama Sayvic entre risas, las tres se tiran al suelo para seguir riendo, yo sigo desconcertado.

—¡Mi amor, veo que me cambiaste rápido! —Jen hace que las demás exploten en más risas.

—Ya verán —las tres salen corriendo siendo perseguidas por mi hasta el primer piso.

En la cocina se encuentra un saco de harina, en mi rostro muestro una sonrisa al verlo, tomo un puñado.

—No te atrevas —me volteo dándome cuenta de que Jen también tiene harina en su mano, Sayvic y Adriana llegan a observar. Ya que ellas decidieron jugarme una broma por qué no devolvérsela.

Le lanzo la harina a Sayvic en la cara.

—¡Joshua Ryan Hutcherson! —Chilla dando pequeños saltitos. Adriana se ríe, hasta que Sayvic le devuelve el golpe lanzándole harina en su rostro.

—¡Sayvic! —ahora es Say la que se ríe, los tres lo hacemos pero ella se decide por mi cuando me lanza la harina.

—¡Hutton! —le grito, las tres se ríen pero en especial Jen. La inocente Jennifer, pienso. Le lanzo la harina a ella.

Instantáneamente se arma una guerra de todos contra todos, que termina en... los cuatro cayendo a la piscina, no voy a mentir, la cocina y la sala quedaron hechas un desastre, pobre de mi alma de llaves.

FIN DE FLASHBACK

Jen y yo vamos camino a la consulta, estoy nervioso. Jen no me ha querido soltar la mano en todo el dia mientras la otra reposa en su ya abultado vientre, para tener cuatro meses ella parece de seis. Desde que su vientre creció ella ha optado por utilizar vestidos «Es mas cómodo, además necesito comprarme pantalones nuevos, los que tengo ya no me quedan» me dijo ella cuando le pregunte porque solo usaba vestidos holgados. A veces cuando ella y yo estamos solos, le hablamos al bebé, hay libros que dicen que les gusta escuchar la voz de sus padres. Jen le canta y le dice cosas lindas.

Es raro incluso para ella verse en este papel, pero lo adora.

Al llegar siento que la mano de Jen tiembla y suda.

—Tranquila, estoy contigo ¿Si? —digo tratando de transmitirle seguridad, le acarició los nudillos.

—Si lo sé es solo que... Josh ayer sentí un dolor aquí —señala el lugar donde está ubicada la mancha morada.

—¿Por qué no me lo dijiste, Jen? —le pregunto acunando su cara entre mis manos.

—No quería preocuparte y tenía miedo de que fuera el bebé —termina la última frase con voz quebrada.

—Escucha, Jen, todo estará bien. Te lo prometo —nos damos un casto beso, con eso le saco una sonrisa.

Esperamos un rato en la sala de espera a que nos llamen, Jen ha estado un poco inquieta el tiempo ahí sentado solo trato de pensar que cruza por su cabeza y llego a la obvia conclusión de que todo apunta al bebé. Espero que este bien. Unos minutos después nos hacen pasar. La doctora primero nos hace sentar para hacerle unas preguntas a Jen.

—¿Cómo has estado, Jennifer? —le pregunta.

—Bien, los cambios de ánimos ya están disminuyendo y los ataques de hambre me dan casi todas las noches pero trato de no hacerles caso o no comer mucha azúcar y no he tenido desmayos hasta ahora, ah y las nauseas desaparecieron.

—¿Hay algo más?

—El dolor que sentía volvió a aparecer en el mismo lugar.

—Lo entiendo, te haremos el examen rutinario y luego podremos saber el sexo del bebé.

La doctora le hace el chequeo a Jennifer, ahora la pequeña manchita se ha convertido en algo mas grande, la doctora nos dio unas fotos para mostrarles a las chicas cuando regresemos a casa; también lo hizo en 3D así que la imagen se ve mas nítida, tenía el dedito metido en la boca, fue algo muy tierno. Afortunadamente el dolor fue solo eso, la doctora le dijo a Jen que debía abstenerse a hacer movimientos bruscos por otra semana más.

Llego el momento, Jen y yo empezamos a llorar de felicidad, no pude evitar darle un gran beso.

—Es una niña.


 


 


 






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