El Trío Dorado

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Los tres amigos esperaban en silencio sentados en uno de los sillones de la sala común sin apartar la vista del crepitar de la chimenea. Hermione mira hacia su mejor amigo tratando de adivinar sus pensamientos. Harry permanecía impasible, con sus preciosos ojos verdes sin apartarse del fuego de la chimenea y su pelo negro y alborotado más largo que de costumbre. Con un leve suspiro, Hermione gira su rostro hacia el lado contrario, donde su novio permanecía con la misma expresión. 

A diferencia de Harry, Ron se gira y sus ojos azules chocan contra los de color miel de Hermione. El chico le regala una sonrisa un tanto forzada y pasa el brazo por los hombros de su novia, dándole un beso en la cabeza. Hermione le sonríe de vuelta disfrutando de sus pecas y su nariz respingona. Con un movimiento de cabeza, con el que todos los indomables rizos de la chica botan libres, Hermione señala a su mejor amigo y los ojos de Ron brillan con entendimiento.

- Harry... - susurra Hermione alargando la mano hacia su mejor amigo y colocándola en su hombro.

La guerra había terminado y Voldemort había caído. Las pérdidas habían sido terribles pero siempre quedaba el consuelo de que la tiranía de Voldemort y el miedo se habían, finalmente, extinguido. La felicidad no llegó a durar dos días. 

A pesar de la caída del Señor Oscuro, muchos de sus seguidores se reagruparon manteniendo el control sobre el Ministerio y los enclaves mágicos de mayor importancia. Aunque gran parte de sus mortífagos más leales, como Bellatrix Lestrange, habían muerto junto a él en la batalla, quedaban muchos con los mismos ideales que rápidamente se hicieron con el poder. Fueron proclamando leyes a lo largo del verano a las que nadie se opuso. El mundo estaba tan centrado en sanar las heridas de la guerra que no se preocupó de desinfectarlas.

Ahora se habían hecho con el control absoluto y era prácticamente imposible alejarlos del poder. Con Dumbledore muerto, nadie tenía suficiente influencia como para hacerles frente de forma legal, ni siquiera el gran héroe Harry Potter, demasiado joven para que su voz hiciese eco en la política.

Los mortífagos se ganaron a gran parte de la población mágica a base de promesas vacías de libertad tras la locura de Voldemort y una falsa sensación de seguridad ante la nulidad de ataques  que ellos mismos habían estado provocando hasta entonces. 

De esa forma, Yaxley trepó hasta el poder a una velocidad que el propio Voldemort habría envidiado. Nadie le recordaba como mortífago. Su indiscutible carisma y la forma tan natural que tenía de pasar desapercibido habían dado sus frutos, ocultando al mundo su verdadera naturaleza.

Poco a poco habían ido cambiando la mentalidad, habían hecho olvidar la crueldad de Voldemort haciéndole quedar como un extemista de una idea que no era tan mala.

Con las grandes pérdidas de la guerra, la comunidad mágica temía la extinción de la especie y la aparición de los Caballeros de Walpurgis, nombre que los mortífagos se había autoimpuesto como cortina de humo, había sido un regalo caído del cielo para los magos más conservadores. Una vez asentado, Yaxley había proclamado la ley más sádica hasta el momento: Los juegos del Lord, en honor al defensor de la especie mágica.

Aquellos que se hubiesen rebelado entrarían en unas urnas que elegirían, al azar, a cuatro personas, dos chicos y dos chicas, de cada casa de Hogwarts para que luchasen a muerte entre ellos y sintiesen el dolor de ir viendo cómo los tuyos caen a tu alrededor. Al principio la gente alzó la voz ante la idea hasta que Yaxley les taladró a base de noticias de la crueldad de los muggles y su gran avance en una nueva clase de magia que terminaría con el mundo mágico: la tecnología. Jugando con el miedo de la comunidad mágica, la idea prosiguió su curso.

- Estoy...estoy bien Hermione - Harry se quita las gafas y se restriega una mano contra los ojos cerrándolos fuertemente - Es solo que...No esperaba esto - vuelve a colocarse las gafas - Que terminemos así. Tanto esfuerzo por parte de la Orden, Dumbledore...Snape. Todo para nada.

Los juegos del Lord [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora