Camino soleado

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Ambos se quedaron varios minutos tirados en la arena, tosiendo y expulsando agua salada. El primero en recuperarse, como era de esperar, fue Snape... aunque se mantuvo tumbado sobre la arena respirando con dificultad por el sobreesfuerzo. No ser arrastrado por las olas no era una tarea fácil. Bueno, ni él ni Granger.

- Tengo...que agradecerle que me haya salvado la vida - comienza a hablar Hermione tumbándose a su lado, derrotada. - Gracias - un gruñido por parte de Snape es toda respuesta amable que viene de él.

- ¿En qué estaba pensando? Era bastante obvia la trampa.

- En supervivencia - responde la chica quitándose la mochila de la espalda y mirando en su interior ansiosa.

- ¿Sabe que pensar en supervivencia es totalmente estúpido si no vive para sobrevivir Granger? - Snape escucha el sonido de la cremallera y echa una leve ojeada hacia Hermione. Viendo la mochila, el hombre se yergue desganado y se mantiene sentado en la arena, mirándola con clara curiosidad - Podría ser una trampa.

- Para usted todo es una trampa

- Cállese y dígame si hay una varita.

Hermione rueda los ojos y comienza a sacar utensilios de la bolsa: un kit de primeros auxilios, barritas energéticas, una cantimplora, una cuerda, una navaja, una linterna y...

- ¿Qué hay aquí debajo? - Hermione mete la mano hasta el fondo de la mochila y toca algo mullidito. Con fuerza, la chica agarra la tela y tira de ella con fuerza, sacando un saco de dormir.

- Fantástico - comenta sarcástico poniéndose en pie - Sin duda, Granger, ha merecido jugarse la vida por esos cachivaches muggles - el hombre se agacha, observa la navaja y se la guarda en la bota.

- ¡Eso es mío! - le grita Hermione nada más verle - Como bien ha dicho...YO soy quien se ha jugado la vida.

- Y yo soy el que le ha salvado - gruñe el hombre de manera hosca - Así que esta es mi retribución - Severus echa una ojeada a su alrededor - Lo mejor será que caminemos e intentemos encontrar un lugar con agua dulce.

- Y un sitio donde resguardarnos - Hermione devuelve las cosas a la mochila apartándose el sudor de la frente.

- Quédese aquí y luego vuelvo - le ordena Snape poniéndose en marcha.

- ¡¿Me va a dejar sola?! - Hermione se carga la mochila a sus espaldas y comienza a andar con paso apresurado hasta que le alcanza. Ese hombre tenía las piernas demasiado largas.

- Lo que diga Granger. Si no es capaz de seguir mi ritmo no espere que le ayude...otra vez. - sisea con malicia - Mi cupo de solidaridad anual ha sido consumido por su persona, lo que estoy considerando como gasto innecesario.

- ¿Sabe quién le va a dar agua? - Hermione ya comenzaba a respirar con dificultad y no habían andado ni cinco minutos. ¿Cómo podía aguantar ese hombre -o cosa invencible- con la levita, la gruesa capa y las botas de piel de dragón sin asarse vivo?

- Ni se le ocurra amenazarme - Hermione se para y se quita los zapatos con velocidad, disfrutando de la arena entre sus dedos. Guardando las botas que le había dado Mathew en la mochila, la chica corre de nuevo hasta alcanzar a Snape, que no parecía demasiado interesado en si le seguía, se paraba o en cualquiera de sus acciones en general.

- ¿No tiene calor? - el hombre simplemente la ignora, no merecía la pena gastar saliva para responder a eso. Hermione frunce el ceño levantándose las mangas de su atuendo gris - ¿Cree que esto es una parte de la arena en la que aparecimos al principio? 

Snape la mira de reojo, pensativo.

- Nos transladamos al responder el acertijo - sugiere el hombre y Hermione asiente recordando la sensación de aparecerse - Quizá la propia respuesta era el detonante de un translador.

Los juegos del Lord [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora