Los juegos del Lord [COMPLETADA]

Canción de hielo y fuego

Hermione se gira hacia Snape, sorprendida de que el hombre hubiese estado oyendo esas voces. ¿Cuándo? Ella ni siquiera se había dado cuenta.

El rostro de una hermosa mujer pelirroja de ojos verdes aparece en el lago, entornando los ojos de forma sugerente mientras seguía cantando. Snape deja caer las manos a los lados de su cuerpo y se deja caer de rodillas frente a la sirena.

Hermione coge el cuchillo que Snape había dejado junto a sus botas y lo muerde, sujetándolo así para tener las extremidades libres. Colgándose la mochila impermeable a su espalda, se gira hacia su profesor para trazar un plan.

Snape se estaba dando el lote con un pescado.

Su profesor tenía un problema grave con las mujeres. Ella no pensaba formar parte de esa...extraña obsesión.

El hombre parecía completamente hechizado mientras le susurraba a la sirena entre beso y beso y ella le arrastraba lentamente hacia el agua. Hermione se fija en que más sirenas iban llegando, uniéndose a la primera en un canto hechizante y sugerente. Snape cada vez estaba más cerca del agua, y pronto terminaría ahogándose ante su incompetencia.

- Vale...vamos Hermione. Sirenas. Sirenas. - susurra la chica con el cuchillo aún en la boca - sirenas.

Pero la chica no era capaz de recordar y, de un solo tirón, la sirena había arrastrado a Snape con ella hacia el interior del estanque. 

Hermione maldice para sus adentros y, sin pensarlo ni un segundo, se lanza al agua tras ellos. 

El resto de las sirenas nadan velozmente hacia Hermione, agarrándola e impidiéndole moverse mientras la pelirroja arrastraba al hombre hacia lo más profundo. Soltando un grito al ser mordida por una de ellas, que empezaba a cambiar de aspecto, el cuchillo cae de su boca. La chica empuja a una de las sirenas contra una de las paredes de roca, consiguiendo que la soltase y, agarrando el cuchillo, Hermione lo clava en el pecho de la otra sirena que la agarraba.

La mujer lanza un grito desgarrador y se aleja nadando de ella, asustada.

Hermione busca con la mirada a Snape. ¿Dónde se había metido? Nadando tan rápido como era capaz, la chica llega hasta el final del pozo y descubre una gruta submarina en una de las paredes, por donde posiblemente la sirena había arrastrado al hombre.

Mirando una última vez la espada, Hermione entra a la gruta impulsándose en una de las paredes.

Por suerte la sirena se había detenido ahí y simplemente se estaba transformando para poder devorar al hombre... o sabía Merlín qué.  La mujer se gira hacia ella, notando su presencia, y se lanza con los brazos extendidos dispuesta a ahogarla.

Lo que no esperaba era un cuchillo escondido en una de las manos de Hermione, que impacta contra ella con violencia. Herida, la sirena lanza un grito desgarrador y se marcha, nadando a gran velocidad.

Hermione sentía que el aire comenzaba a gastársele y las fuerzas la estaban abandonando lentamente. Como puede, agarra a Snape y lo arrastra hacia el pozo, desde donde roza la espada con los dedos y ambos se envuelven en una espiral y terminan cayendo a tierra firme con un golpe seco.

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Hermione empieza a toser y a expulsar agua nada más caer con desesperación, tratando que sus pulmones se llenasen de la máxima cantidad de aire posible. El cuerpo de Snape se mantenía inerte sobre la nieve sin dar signos de vida.

La chica se acerca a él aún tosiendo y comienza a golpearle el pecho, tratando de salvarle la vida.

- Vamos...- susurra a la par que golpeaba con todas sus fuerzas - Venga Snape, maldita sea, vamos...