P.O.V Callan
En el almuerzo vi a Astrid junto a sus amigos, wow cuantas parejas hay en su grupo, me sorprende que ella sea la única soltera. La parejita de la declaración matutina estaban tan pegados que temía a que se fundieran en un solo ser, y crearan una extraña quimera, osea ¿Cómo harían sus necesidades?... ok, ok me estoy llendo del tema, bien, ahí estaba ella haciendo señas, no vi a Demián por ningún lado, es más no he topado en ninguna clase con él; bien... Astrid, mesa, parejas amigos de ella, yo, bandeja de comida y mi hambre, es todo lo que podía percibir y en lo que podía concentrarme, al llegar, ni bien pude sentarme cuando me llegó un mensaje de texto, provenía de Yadish.Fiera Bipolar:
"Hey, necesito un favor... estoy fuera de tu instituto, ve a la entrada"
Tan sólo le pedí a Astrid que cuidara de mis alimentos y salí para hablar con mi amigo. Me encontré con Yadish en la entrada, como el había dicho, estaba recostado en su motocicleta todo hecho el malote con sus lentes oscuros.
—Hey, Broh.
—Hey, ¿Qué paso?
—Necesito que le entregues ésto a Astrid. —Sacó una cajita azul de su mochila. —Toma, sólo dáselo.
—Pero... ¿Qué es ésto? ¿Porqué no se lo das tú?.
—No quiero verla aún... —Tornó sus ojos hacia el suelo, denotando tristeza en sus ojos.
—Pues, que cobarde eres... nunca creí que tú pudieras estar así por una chica, ésto es increíble...
—No puedo evitar que me afecte broh, es mi primer amor.—Su confesión me sorprendió un poco, es algo increíble el gran Yadish Raveley el chico malo rompecorazones de las carreras.
—Wow amigo, me haz shockeado con esa información, pero bueno, igual estás aquí, puedes entregarselo... Estas a unos pocos pasos, puedes hacerlo.
—Idiota no, ¿Qué no escuchas? ¡Sólo no puedo hacerlo! —Alzó su voz en un tono de enfado, sólo logró molestarme, tomé el regalo de sus manos y entré con rumbo fijo al comedor. Lo siento pero su inseguridad me molesta, ya que siempre tiene su look de fiera bipolar.
El rostro de Astrid me asustó un poco cuando le entregué la caja y sorprendida salió al pasillo, por lo que la seguí se dirigió a unas puertas que llegaban hacia un jardín, la vi sentada bajo un árbol, mirando la caja y leyendo la nota; con cautela me acerqué y senté a su lado, esperando a que me notara, pero al parecer estaba tan sumergida en sus pensamientos que empezó a llorar, me preocupé aún más cuando la vi sonreír entre sollozos, me inqué frente a ella para limpiar sus lágrimas pero al hacerlo me abrazo con todas sus fuerzas y sollozo con más ánimo, sólo pude corresponderle el abrazo.
—Gracias Callan, Lo siento por todo ésto. —Dijo al calmarse y separarse de mí, no me gustó éso, no me gustó que se alejara, por alguna extraña razón me desagrado por completo éso.
—No hay de qué, aquí siempre estará mi hombro por si lo necesitas, o mi pecho cual prefieras. —le respondí para que al menos riera un poco, y lo hizo.
—Ja, gracias en verdad te lo agradezco. —Sonrió de una manera que en verdad pude entender porque Yadish estaba en ése estado por ella.
—Venga, así me gusta... Sonríe Astrid, así eres muchísimo más bella. —La chica se sonrojo al escuchar lo que dije y giró su rostro un poco hacia su derecha, que linda es.
Le dije que me contara que sucedía con aquella pulsera que sostenía entre sus manos, bueno... fue una historia de infantes pero a fin de cuentas una historia, una que le trajo muchos sentimientos a ella. Estuvimos a punto de faltar a clases por nuestra charla, si, llegué tarde y pues al ver quienes eran mis compañeros por fin vi un rostro, el cual quería ver desde que llegué al instituto por la mañana, Demián; como el asiento a su lado estaba vacio (convenientemente para mi) me senté en aquel lugar, preguntó el porque de mi tardanza y pues al decirle todo... se enfureció, lo cual me pareció un poco ilógico, pero que más da el es otro bipolar. Al finalizar las dichosas clases fui en busca de ella para verificar que todo estuviera bien, la acompañé hacia su parada, para luego ir en busca de mi motocicleta. A veces es tedioso para mí llegar a casa, con un hermano mayor y una hermana menor tan fastidiosos como ningún otro, es muy molesto la verdad, ustedes que son los del medio entenderán mis razones para decir ésto.
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¡Hey, Tú! El Sexy Chico De Lentes
Short Story-¡Hey, tu!¡Oye tu! Pssst ¡Oyee! ¡Heey!!¡Oye Tu! Si, Tu... Tu mismo el sexy de lentes, ¡Hey!... Si juzgar a un chico de lentes, sólo porque use lentes, he imaginarte su vida sin antes conocerle, te trajera tantas sorpresas y sucesos que no esperabas...