¡Hey, Tú! El Sexy Chico De Lentes

La cena: Arrepentimiento

P.O.V Astrid

Sábado en la tarde y yo alistandome para ir a la cena con los padres de Demián, ¿Cómo se le ocurrió meterme en ésto? Yo podría estar acostada leyendo o viendo alguna serie, agh que horror. Mi madre me ayudó a elegir mi atuendo, sí ella está libre... hoy es un día feriado para los trabajadores. Tan sólo me puse rímel, delineador y lápiz labial rojo... mi peinado era algo suelto y amarrado, con un moño hecho bola arriba y la mitad de mi pelo suelto. Demián quedó en recogerme a las 18:45 a mi casa, sigo sin saber como es que sabe mi dirección, ésta vez será lo primero que le preguntaré antes de que se me olvide otra vez. Ya estaba lista y aún faltaban minutos para que llegara el cuatro ojos, así que me dispuse a ver mis redes sociales especificamente los momos que subía una página en particular, eran únicos. Al sonar el timbre abrí la puerta y me encontre con algo un tanto... sorprendente; Demián sin lentes, semi-formal, peinado, con una reluciente sonrisa y con claveles blancos en sus manos. Un poco estoica lo único que mis labios articularon fue...
-¿Y tus lentes?
-¿Es lo único que dirás? ¿Ni siquiera preguntaras por las flores?- preguntó levantando una ceja, su sonrisa seguía plasmada en su rostro.
-Bueno, Hola, te ves bien, lindas flores, me gustan... ¡¿Y tus lentes?!- pregunté otra vez tomando las flores -Le diré a mi madre que las ponga en un jarrón, pero por ahora vamonos y me cuentas en el camino... ¡MAMÁ!.
-¿Qué paso?- gritó bajando las escaleras, al verme entendio porque la llamaba. -Ok, ya busco el florero, que buen mozo te ves muchacho. -Apretó la mejilla izquierda del cuatro ojos y se fue.
Al salir esperaba ver la motocicleta, no ese bello BMW blanco.
-Primero, ¿Y tus lentes?, segundo ¿Porqué trabajas de repartidor?- dije seria llegando a la puerta del auto.
-Uno, no los necesito todo el tiempo, tengo astigmatismo. Dos, trabajo ahí porque quiero, no puedo esperar que toda mi vida mis padres me den lo que quiero.
-Tercero, ¿Como sabes la dirección de mi casa?
-¿Eh? ¿Qué acaso no te acuerdas de nuestra primera cita? En la que apostamos y fuimos por helados.
-Ah, si cierto broh, disculpa por pensar que eras un acosador, jajaja- Que mente más olvidadiza la mía no lo puedo creer... esperen... -Espera, ¿Nuestra primera cita? Pensé que era una salida de amigos, wow lo siento. -éstas señales que nos dan los chicos, como quieren que los entendamos.
-No te preocupes, igual noté que no pensabas que era una cita, tranquila. No me digas "broh" por favor.-Demián arrancó el auto con un deje de tristeza, rayos creo que dañé el momento, agh ¿Porqué eres así Astrid?.
-Cuarto... ¿Tus padres te dieron este auto?
-Je, me lo han prestado solo para buscarte.
-Que considerados... ¿Puedo poner música? -ok, esta atmósfera de incomodidad no me gusta y sé que no se quitará con la música pero me distraera.
-Claro, como quieras. -Dijo cortante y prestando atención a la carretera. Al encender el estéreo lo primero que escucho es Till You're Loved de Mr. Probz, esa canción me gustaba en verdad; tararee la canción un poco y llevé el ritmo con mis dedos, hasta que no pude más y empecé a cantarla a toda voz, escuché como el cuatro ojos se hechaba a reír por mi acto, me giré y le vi fijamente, le pasé mi micrófono imaginario tan sólo me miró como si me faltaran un millar de tornillos pero cedió y terminó acompañandome, su voz no era nada linda al cantar, pero bueno la mía tampoco así que da igual, a cantar a todo pulmón se ha dicho; hasta que llegamos a su casa nos la pasamos cantando o tarareando las canciones que nos sabiamos. Vaya, que linda casa se ve muy acogedora... eso es lo único que puedo decir, me quedo sin palabras ante esta casa, ahora me siento más nerviosa, bueno no lo estaba, pero ahora sí y mucho. Tan tan taaan emprendo mi camino hacia el desastre... o algo así ya veré que tan bien puedo mentir sobre mi relación con Demián; bendita acera, agh, en que me metí, ¿Aún podré revocar su petición? Rayos.