ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 27.

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𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐞𝐬 𝐂𝐚𝐢𝐝𝐨𝐬

Mis hermanos se empezaron a dispersar, me sentía nerviosa como cada pelea que había. Sakura y Kuk estaban llegando.

-Majestad.-dijo Kuk

-¿Que pasa?.-le ví sobre mi hombro.

-Los guardianes de la cabaña 1, ven a los ejércitos de Semej acercándose, solo tiene una hora para llegar.-informo Sakura.

Un tirón de tripas. Eso sentí. Respire hondo y los ví. Mis manos empezaron a ponerse frías por los nervios.

-Ray y los demás ¿Lo saben?.-pregunte.

-Todos los guardianes están al tanto, están informando a sus capitanes.-Kuk seguia con la vista sería y en alto.

-Perfecto, vayan a ver en qué pueden ayudar.-ordene

Ambos se inclinaron, haciendo una reverencia. Se fueron dejándome sola.

-Nova-me llamaron.

-Nico.-le ví.

-Se que no te lo he pedido como es...y tal vez mañana o en unas horas como mucho, todos estemos muertos...pero si eso pasa moriré feliz si aceptas ser mi novia.-Nico me tomo de la cintura y me beso la frente.

-Si.-sonreí y susurré.

Bajo sus labios hasta que impactaron con los míos. Un beso suave y con cariño. No me daré por vencida nunca si el estaba a mi lado. Lástima que me había dado cuenta hace poco.

Me separe por una tos falsa. Era Will.

-Mis hermanos quieren ayudar con la batalla.-el rubio me vio

-Será mejor que se queden en la enfermería, con ustedes al mando la enfermería se mantendrá en pie, pero si algo sale mal ustedes podrán ayudar.-dije tranquila. Aún que sentía mis mejillas calientes por un ligero sonrojo.

Asintió, se fue sin mirar atrás, la verdad no me importaba, Nico parecía incómodo.

-Ve a tu puesto tú puesto, y sobrevive...todavía tienes que conocer a madre.-le giñe un ojo.

El sonrió y fue con sus amigos. Todo mundo iba y venía, en una hora o menos los ejércitos de Semej, tendré que olvidar todo. Ella es la culpable, sola se puso la cuerda en el cuello. Ella debe volver a el mundo de los Dioses.

Camine cerca de la barrera, varias cosas me vinieron a la mente mientras veía la arena de el desierto de Arizona.

Mi mamá.
Mis medios hermanos.
Mi padrastro.
Mis hermanos.
Nico.
Mis amigos.
Mi campamento.
Todo.

Debo de seguir siempre adelante y nunca ver atrás. Un grito de águila me hizo alzar la mirada.

Las águilas de Ra, están bajando, me separe de la barrera, todos los guardianes están viniendo.

-Señorita, más vale que se quede atrás, vamos.-dijo Kuk

Camine hasta el puente. Me subí en el y ví a todos los guardianes en la entrada de el Campamento dándole la espalda.

Ray y Horus no tardaron en llegar junto a mi.

-Nuevos infórmes, Semej ha llegado-dijo Horus a mi lado.

-Apenas han pasado 20 minutos.-vi a Ray.

-Te dormiste, ya han pasado 45 minutos y tú galán te estaba buscando pero ya no hay tiempo para eso.-saco su espada de oro blanco.

Presione mi dije de arco y pronto estaba sobre mi espalda. Las flechas estaban colocando de mi cadera.

-Pase lo pasé, vas a seguir juntos-nos vio-, vamos a sobrevivir y protegeremos el campamento.

Asentimos.

A lo lejos se veían figuras alteradas por el calor de la arena, monstruos, no solo Egipcios, sino Griegos y Nórdicos.

-En medio... ahí.-señale una carroza.-ahí vienen.

-¡Guardianes preparense!.-Horus dio la orden.

Los monstruos empezaron a correr al ver la frontera resguarda de el Campamento. Los primeros en llegar fueron las Serpientes. La cabaña de Hathor se tenso detrás de nosotros.

-¡No es momento de temer, manténgase firmes!.-Horus se giro con ellos.

Los Griegos y Romanos estaban listos para atacar, al igual que nosotros. Los primeros guardianes en caer fueron los de Bastet, mujeres con cabezas de gatos negros.

Llegaron los Ciclopes. Los siguientes guardianes, las Gacelas de Menu.

Las Gorgonas de ambas Culturas.

Estaban atacando a cada guardian que estaba frente a ellos, la Águila de Ra, cayó en picada matando un Ciclope, pero ella también murió.

Un Cuervo de Horus, con sus alas lanzó lejos a 10 almas volteadas.

Kuk tomo a un Ciclope de los hombros pero sentía un hueco en mi estómago. El Ciclope lo tomo de el cuello, Sakura hacia lo posible para llegar a el pero no lo logro. El Ciclope le rompió el cuello a Kuk.

Mi mano derecha tapaba mi boca. Sakura ahuyo, y atacó a el Ciclope con ferocidad. Ví a Ray, veía todo.

-Ray.-mi respiración iba más rápido.

-Las barreras se debilitan a una gran velocidad. Los Semidioses están listos. Es hora de atacar-ordenó.

Horus dió la señal, varios campistas corrieron en ayuda de los guardianes, entre ellos ví a varios Romanos y Griegos.

-Anubis, protegenos.-murmuré.

Los campistas atacaban, los monstruos retrosedieron un poco. Ví atrás de mi, Quirón y los chicos estaban ahí esperando.

-Es hora. Los monstruos empiezan a seder, es la mejor oportunidad de ir por Semej-dijo Horus.

Asentimos.

Horus dió la otra señal, los que faltaban corrieron cubriendo terreno. Tome mi arco y una flecha bomba.

Apunte en un punto solo, donde venía la carroza de la Familia, dispare.

Una gran ola de Tierra se vio, ví a los chicos y asentí. Era hora.

Diferentes Culturas, Mismo Amor (Nico di Angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora