capitulo 2

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Siento asco de mi misma, aún sigo forcejeando con el hombre pero me es imposible safarme, solo cierro los ojos, no quiero ver cómo me destruye, siento que para y abro los ojos rápidamente. lo que estoy viendo ahora me deja en shock, James está encima de el hombre, no lo para de golpear, el hombre logra voltearse y quedar encima de James, golpea el ojo izquierdo de James y yo no sé qué hacer para ayudarlo, logro ver una botella de cerveza en un bote de basura, la tomo y golpeó al hombre en la cabeza, inmediatamente cae inconsciente, James se levanta y como un impulso lo abrazo y me lanzo a llorar como una Magdalena.

— gracias, gracias, grácias— susurro contra su pecho mientras me abraza

—pequeña ¿estas bien ? ¿no te hizo daño?— comienza a observar todo mi cuerpo en busca de algún daño

—no, gracias a ti ese hombre no me logro hacer daño, en serio estoy muy agradecida contigo, no sé qué hubiera pasado si no hubieras aparecido

— si, escuché un grito y decidí averiguar, gracias a Dios que ese hombre no logro hacerte daño —sonrie—creo que deberíamos irnos, estas calles son muy peligrosas, te pasaré dejando a tu casa no vaya a ser y vuelva ocurrir algo como lo que acaba de pasar— vuelve a hablar

— si, muchas gracias—le doy una sonrisa sincera.

Llegamos a su auto, Lamborghini negro mate, subimos y le doy la dirección de mi casa. en el camino hablamos de todo tipo de cosas, miéntras hablamos puedo lograr ver que el ojo izquierdo en donde le pego el hombre se le está comenzando a tornar de un color morado.

—James, creo que en cuanto llegue a mi casa debería de curarte el ojo, se te está comenzando a inflamar y a ponerse de color morado — le digo

—Te lo agradecería Dixie, en serio no quiero que se me infecte.

Llegamos a mi casa y dejo a James en el living mientras voy a buscar un botiquín a alguno de los baños, logro encontrar uno y regreso al living para encontrarme a un James con una cara no muy contenta mientras se mira el golpe.

—¡wow! No pensé que se mirará tan mal— habla sorprendido

— creo que mejor deberíamos de ir al hospital— le sugiero

— iré mañana a que me revisen —dice mientras se levanta para marcharse

— espera, al menos déjame desinfectarte ese golpe​, sino lo haces mañana se puede mirar peor

— esta bien—vuelve a sentarse

Me siento a su lado, mientras saco un poco de algodón y alcohol, comienzo a pasar el algodón delicadamente por algunas partes de el golpe mientras el se mantiene haciendo caras raras, en un momento siento su mirada fija en mi, dejo de limpiar la herida para yo también verlo a los ojos café contra café, ambos nos miramos intensamente, nos vamos acercando poco a poco hasta que nuestros labios se dan pequeños roces pero vuelvo a la realidad cuando se levanta de golpe

— muchas gracias por ayudarme con la herida, nos vemos pronto, ya me tengo que ir —habla esta vez con un semblante serio

— si no hay d...de que, las gracias te las debo a ti por haberme salvado—hablo un poco nerviosa

— nos vemos luego — me despido mientras se dirige hacia la puerta, no recibo respuesta, solo sale y ya, después solo logro escuchar el sonido de su auto marchandose mientras yo estoy parada en el living como una estúpida, reaccióno y subo las escaleras repitiendome que, qué es lo que estuve a punto de hacer

—maldita sea Dixie, lo acabas de conocer y  estuviste a punto de besarlo.

Sigo repitiendome enojada mientras llego a mi cuarto, si alguien me viera en estos momentos pensaría que estoy loca por andar hablando sola por toda la casa, pero de igual manera no me importa lo que las personas piensen, me recuesto en mi cómoda cama mientras sigo pensando en todas las cosas que me pasaron hoy y entre todos esos pensamientos logro caer en los brazos de Morfeo.

............................

Despierto al escuchar a mi estómago rugir, si bien recuerdo ayer no cene, así que estoy tan hambrienta que me comeria un elefante, bajo hacia la cocina para ver qué hay de desayuno. encuentro unos pancakes que se miran deliciosos, en un instante me los devoró y aún sigo con hambre así que tomo algunas frutas . No soy de esas chicas que se cuidan mucho, de hecho como mas comida chatarra que fruta y ese tipo de cosas, amo la pizza, no creo que exista una persona que odie la pizza, no creo que alguien pueda llegar a odiar esa cosa tan deliciosa. Después de comerme las frutas subo hacia mi habitación a ducharme para comenzar con mi día, me doy una relajante ducha y comienzo a buscar mi atuendo para el día de hoy, una camiseta blanca, jeans azules y unos tacos negros . Pienso que es algo cómodo pero sexy y al mismo tiempo le da un toque de elegancia , me hago una coleta y estoy lista para empezar mi día .

Recuerdo que lo primero que tengo que hacer es ir a la empresa de mi padre a ayudarle con algunas cosas​, preguntó si el auto ya está listo y me dicen que si, así que salgo hacia afuera donde un sexy Mathew me espera.

Mathew es mi chófer y también uno de mis mejores amigos, tiene una bebé hermosa de ocho meses, ayer le di el día libre para que pudiera pasar tiempo con su pequeña, la pequeña Mía es su vida, Mía es fruto de una noche loca de Mathew, Mathew y la madre de Mía intentaron tener una relación sin embargo no funciono así que simplemente un día se marcho dejando a Mathew con la pequeña Mía.

— ¡Hey! Mathew, ¿que tal la pasaste ayer?— le pregunto mientras  le doy un abrazo

—muy bien Dix, sabes que todos los momentos que paso con mi pequeña son increíbles, no sabes lo increíble que es verla crecer, es tan magico —habla mientras le aparece un brillo especial en los ojos

— vas a poder sentirlo cuando seas madre—-sonrie

—quiero sentirlo, pero no ahora, quizás en un futuro —río para después subir al auto .

El camino a la empresa es un ambiente relajado, hablando de cosas sin importancia. Llegamos a la empresa y me despido de Mathew mientras paso por la recepción escucho que alguien me llama.

— hey tu, Como te llames, no puedes entrar así por así a esta empresa, ¿quien te crees?— me dice de forma grosera la zorra que está por recepcionista, si solo pudieran ver lo vulgar que se ve con ese labial rojo que no le queda nada bien,  y su uniforme que más bien da una mala impresión de esta empresa. Me dirigo echando humo hacia donde se encuentra, ahora si que van a conocer a la Dixie cabreada.

—mira estúpida, esta que vez aquí —me señalo— es la hija de Dylan Denovan, ¿ sabes quién es? ¿verdad? — la chica se queda perpleja y comienza a disculparse

—En serio lo siento, no sabía que eras la hija de el señor Dylan— habla con nerviosismo

—ese no es el caso - la veo sería —se que soy la hija de Dylan Denovan y esas tonterías​, pero deberías de ser más cortés con las personas, no solo conmigo sino con todas, sabes que la forma en que me hablaste hace algunos minutos estuvo mal y que ese tipo de actitudes dan una mala imagen de la empresa —le digo

— si, en serio estoy muy apenada, ya verá que voy a cambiar mi actitud— dice esta vez más tranquila

— por esta vez no le diré a mi padre, pero si veo que vuelve a suceder, que le hablas mal a una persona , ya sea un conserje o uno de los socios, tendré que decírselo—hablo ya un poco más calmada, sin mas vuelvo a tomar rumbo hacia el elevador, presiento que hoy va a ser un día muy cansado.

El Socio De Mi Padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora