capitulo 28

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Dixie

Hoy salimos muy temprano del departamento, Meg ya se encuentra en el hospital y yo voy en camino a recoger a Mia. Llegamos a la mansión de los Dash y observó como algúnas de las personas de servicio guardan unas maletas en la cajuela de un coche, supongo que el señor y la señora Dash saldrán de viaje dentro de un par de horas. Al llegar a la puerta me encuentro con Isabel, la madre de Meg.

— Dixie ¿como has estado? Hace mucho que no nos veíamos— habla con un tono dulce. Isabel siempre me ha tratado de una forma increíble, ella es como una madre para mi, realmente le tengo mucho cariño.

— así es Isabel, pero vendré mas seguido de visita, quizás, después de que pase todo esto de Mathew, cuando el se recupere, porque se que lo hará, podriamos organizar una cena, quisiera presentarte a mi novio James— sonrió al recordar a mi sexy anciano— sabes que tu eres como una madre para mi y me gustaría, ya sabes... Que lo conocieras

—claro que sí, estaría encantada, lo haremos cuando Mathew este recuperado, así estaremos​ toda la familia.

— me parece bien, por cierto, ¿ Mía ya despertó?

— si, aún está en su cuna, puedes subir por ella mientras yo voy por su silla de seguridad, ella se encuentra en la antigua habitación de Meg.

Asiento y subo hacia donde era la antigua habitación de Meg, en esa habitación donde lloramos, reímos, donde nos emocionamos por tonterías. Abro la puerta de la habitación y escucho unos balbuceos, me acerco hasta la cuna y veo a esa cosita tan hermosa de cabello castaño y ojos grises.

—hola hermosa, has crecido tanto— hablo con voz chillona, Mia me extiende los brazos y la alzó sin pensarlo dos veces, me observa detenidamente mientras yo le hago caras graciosas y ella suelta pequeñas risitas, bajamos hacia el living donde Isabel nos espera con la silla de seguridad.

— extrañaré tanto a esta hermosa bebé— habla Isabel al mismo tiempo en que jalonea las regordetas mejillas de Mía.

— seguro que ella también te extrañara — sonrió.

— si, espero que después de el viaje Meg pueda traerla de visita, la pequeña Mia nos ha enamorado

— ya verás que lo hara, bueno, debemos irnos, James nos espera en casa.

— está bien, espero vertas seguido por aquí

—así sera, adios, te quiero

—yo igual, cuídate​.

Salimos de la casa y con ayuda de Leonard cargo la maleta de Mía junto con la silla de seguridad. Luego de que ya estamos en el auto tomamos rumbo hacia el departamento.

—bueno Mía, hoy conocerás a James— la pequeña solo ríe. Paso todo el camino hablando con Mía mientras Leonard me miraba como si fuera una loca por estar hablando con una bebé, al llegar Leonard sube conmigo hasta mi piso y deja todo en el living, le agradezco y luego me dirijo a mi habitación.

— le daremos una sorpresa a James—le digo a Mía cuando entramos a la habitación y veo a un James dormir boca abajo, subo a Mía en la espalda de James y río cuando la veo jalarle del cabello.

— ¡ auch!, ¿ que es esto?

— calma cariño, solo es Mía la hija de Mathew, Meg me pidió el favor de que cuidara de ella por hoy y yo pues no tengo ningún problema de cuidar de esta hermosura— beso las regordetas​ mejillas de Mía

— ¿ para mi no hay beso? Pregunta James

— claro— me acerco junto con Mia, la recuesto en el medio de la cama quedando entre James y yo.

—no deje de pensar en ti en toda la jodida noche— susurra cerca de mis labios

— no uses ese vocabulario en frente de la bebé— lo regaño

— lo siento— dice antes de dejar un corto beso en mis labios— y bueno... Así que tú eres nuestra visita— James se acerca a Mia mientras ella solo balbucea y toca la nariz de James.

—eres muy tierna— acaricia su cabello castaño, la ve fijamente junto con una dulce sonrisa en sus labios, yo solo observo está linda escena, imaginando como será cuando James sea papá, se que será un gran padre, el puede parecer un hombre serio y odioso algunas veces, pero cuando esta con las personas que ama cambia completamente, es dulce, atento, realmente lo amo de cualquier forma. Salgo de mis pensamientos cuando escucho a James cantar.

A la nanita Nana nanita ella nanita ella
Mi niña tiene sueño bendito sea, bendito sea.

Fuentecita que corre clara y sonora
Ruiseñor que en la selva cantando llora
Calla miéntras la cuna de balancea
A la nanita Nana nanita ella...

Deja de cantar cuando ve que Mia ya se a dormido. ver a James de esta forma hizo que mi deseo por tener un bebé sea más grande, entiendo la preocupación de algunos, estoy joven y esas cosas pero esto es algo que ambos deseamos, cuidaremos a esa pequeña o pequeño, le daremos todo nuestro amor.

— no sabía que cantabas— bromeó— te veías muy tierno cariño—dejo un beso en​ sus labios.

—mamá solía cantarle esa canción a Mila— sonríe

— es muy linda—comento

— si, igual que tu eres hermosa— besa mi cuello haciendo que mi respiración se vuelva pesada.

— te amo—murmuró sobre su mejilla

—yo también

El Socio De Mi Padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora