El imperio de los Broflovski corría una de las etapas más oscuras a lo largo de su reinado. Esta nueva y oscura etapa era un golpe realmente trágico, para el pueblo en especial.
El rey Gerald Broflovski, hombre poderoso, demostraba poder y destreza, hombre justo y poderoso. El mejor gobernante que South park había tenido.En su pasado, un gran guerrero, el siguiente para gobernar, su linaje Los Broflovski, siempre habían gobernado, desde el principio de South park; habían sido ellos los grandes gobernantes. El cómo primogénito tomaría la corona y gobernaría justamente.
Ahora, un hombre enfermo, desvaneciendo poco a poco en la cama. Llevaba meses tirado en sus aposentos. Débil.Enfermo. Desfalleciendo.
Moriría, lo sabía, era cuestión de tiempo.
Al igual que sabía sobre quien había sido el culpable, quien había sido el que enveneno su comida poco a poco por 1 año.
Sabía quién era el culpable de su ahora repentina futura muerte.Tocia, le dolía bastante, le sorprendía el simple hecho de que no lo mataran de una, si no poco a poco.
Cerró sus ojos, un solo pensamiento paso ante su mente. Y sonrió. Lo querían muerto, lo querían fuera, lo querían lejos pero el...el estaría un paso adelante,siempre estaría un paso más adelante.
El sonido de la puerta interrumpió, el volteo a ver y con un simple pase, un joven rubio de orbes negros entro.
-Permiso mi señor, el joven Capitán ha llegado -dijo haciendo una reverencia.
-Déjalo pasar - contesto con débil vozEl joven asintió y salió por la puerta, en cuestión de minutos estaba de regreso acompañado de un joven alto y robusto, de ojos y cabello castaños.
El hombre se acercó y arrodilló frente la cama donde estaba postrado el rey.
-Mi señor - la voz de ese hombre era brusca, pero elegante.
-Capitán, en un honor -Contesto, como pudo se logró incorporar en la cama. Observó al joven que seguía arrodillado, y toco su hombro.
-Por favor, levántate -El joven obedeció y volvió a pararse, con elegancia.
-Ah, tu eres el joven capitán de la armada Oeste ¿cierto? -pregunto con suavidad.
-Si, mi señor- Contesto, era sorprendente la educación y elegancia con que ese joven se presentaba ante sus ojos.
-Conocí a tu madre, guerrera fuerte, se hizo pasar por hombre, y aunque merecía la muerte, salvo tantas veces mi vida; ganándose el perdón...-se levantó de su cama sosteniendo un bastón, y dirigiéndose a una pequeña mesa
-tu madre era de noble corazón y una fuerte voluntad-El guerrero sólo escuchaba con atención las palabras del rey, era placentero escuchar de la misma boca del rey que estaba orgulloso de su madre.
-Y por esa razón mande a buscarte, tu madre me hizo confiar en ella, y por lo que eh oído de ti, eres igual a ella, un orgullo imponente, una gran fuerza y voluntad. Por eso deseo pedirte algo Theodore, tal como confiaba en tu madre confío en ti como su reflejo-
El rey se sentó en la fina silla de madera, y observó al joven, quien por ningún momento se había movido y conservaba la postura.
Río un poco, ese chico realmente tenía educación y firmeza.
-Acércate, y siéntate conmigo-
El joven camino hacia la silla frente a su majestad, y se sentó algo incómodo, era inusual que un rey o superior lo tratará con amabilidad.
-Theodore, quiero que escuches atento, mi vida está por terminar y no me queda mucho.
Se quien a sido el que enveneno mi comida, pero sería inútil hacer algo, la corte lo mandaron a hacerlo - para unos segundos para ver a joven, quien reflejaba seriedad; y algo de asombro.
- como lo oyes, la corte me quiere fuera del trono, quiere sacar el linaje Broflovski de aquí, desde tiempo atrás, a ellos no les parece "justo" que el pueblo reciba mucho.
Lo que quieren hacer es tomar el control de South park para su beneficio. Por eso mandaron a envenenarme.
¿Te has preguntado que pasaría si la corte toma control?--Mi señor, perdone usted, pero la corte esta llena de estúpidos sin mentalidad, ellos ven por ellos sin preocuparle el pueblo.
Si toman el poder, robarían el oro, cobrarían impuestos, y dejarían a muchos en la calle para morir- Contesto el joven-Así es Theodore, la corte sólo ve por si -pero un segundo, le costaba respirar.
-Lo descubrí hace años, mi padre me lo dijo, antes de morir claramente, ellos lo asesinaron, a mi padre y madre; no me asesinaron antes porque el pueblo me conocía y no querían un escándalo. Pero ahora, creen que lo han logrado--¿Que dice Señor? -pregunto algo confundido
-Creen que mi muerte es el final de mi linaje, el rey solitario, a mis 45 años, sin esposa o primogénitos. El fin de la era Broflovski.
¿Sabes que hubiera pasado si hubiera tenido una reina y un hijo?
Los hubieran matado sin piedad, lo se --Perdone que pregunté mi rey, pero...si usted intenta detener a la corte... ¿Cómo lo hará? - pregunto curioso
-Theodore, eso es lo mejor; ellos piensan que ya han ganado, sin embargo no es así.
Como rey viajó por todo South Park, y en uno de mis viajes conocí a una mujer quien me cautivó, sin que la corte supiera la traje aquí para hacerla mía pero la aleje nuevamente cuando la corte empezó a sospechar; sin embargo tiempo después llegó una carta de ella, diciendo que existía un fruto de nuestro amor -miró al castaño a los ojos.
-Fui padre, soy padre de un chico, mi hijo y primogénito, no lo conozco, y no creo que llegué a conocerlo.
Le pedí a su madre que estuviera lejos de mi, y que protegiera a nuestro hijo. Lo único que se de él es que tiene la marca real -bajo un poco la tela que cubría su hombro derecho dejando ver una especie de marca que cubría gran parte del hombro.
-Todo hombre en mi familia la tiene, prueba de la sangre real que corre en las venas, Theodore, quiero que...cuando yo muera busques a mi hijo y lo traigas a reclamar lo que por derecho es suyo. Y que permanezcas junto a él para cuidarlo y protegerlo-El castaño asintió, estaba algo sorprendido de escuchar esa historia, pero venía de su rey y creía cada palabra.
-Por cierto... -sonrió con algo de burla -Su madre quería una mujer, soñaba que su pequeña se casaría con un valiente guerrero, al igual que tu madre, soñaba que mi primogénito fuera mujer y que tu contrajeras matrimonio con ella. -
El joven levantó las cejas algo curioso, recordaba bien como su madre le decía de pequeño que algún día sería un gran guerrero y una princesa se enamoraría de él.
-Aah, joven Theodore, dime... ¿contraerías matrimonio con mi hijo? - pregunto curioso
-Mi señor... - miro algo asustado a su rey, ¿enserio le estaba pidiendo eso?
-Theodore solo bromeo, aunque... nada me gustaría mas que un joven como tu estuviera a lado de mi hijo gobernando South Park-
-Mi rey, si ese es su mandato lo cumpliré, encontrare a su hijo y lo traeré a reclamar el trono, al igual que permanecer a su lado hasta la muerte-
-Eres valiente, Theodore, un gran hombre, te agradezco hayas venido hasta estas tierras para hablar conmigo-
-Fue un honor majestad-
-Quiero que te quedes aquí, en mi castillo toma una de las habitaciones, quiero que estés cuando muera-Dijo seriamente, mientras se levantaba de la silla.
-Quiero que estés presente cuando deje de respirar, esa será la señal para que vaya en busca de mi hijo--Mis disculpas señor, preferiría estar junto a mi armada. Pero vendré tan rápido como usted lo ordene - igual se levantó y ayudó a su rey a acostarse nuevamente en su cama.
-Claro respeto tu decisión, gracias Theodore- agradeció y descanso sus ojos.
-Si me disculpa mi señor, debo retirarme con mis hombres-
-Claro, nos vemos después-
-Si señor- hizo una corta reverencia y se fue,
El joven rubio entró tras la salida del castaño.-Mi señor, realmente confía en el-
-Butters, tu conocías a Liane, es igual a ella, y en sus ojos pude ver la confianza -
-Claro mi Señor, ahora descanse, si me necesita tan sólo suene la campana, me retiró majestad-
Gerald cerró los ojos, y sonrió.
Esperaba realmente que el Capitán Eric Theodore Cartman encontrara el próximo heredero del trono.
ESTÁS LEYENDO
El príncipe heredero
FanfictionLos Broflovski tenían el control del reino de South Park. Todos estaban bien con el Gobierno de ellos, hasta que la corte se cansa de la justicia y honestidad en que se gobernaba y planeaba sacar a toda costa ese apellido del linaje. Un joven capitá...