Cap 7

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 Los campesinos en el pueblo observaban a los recién llegados, veían con duda y miedo; más aun sabiendo que eran parte de la armada ¿Qué quería el imperio de un simple pueblo?, a esos hombres montados en caballo, eran más de 20. No faltó mucho para que empezaran los murmullos. Era de esperar, la mayoría de los campesinos reconocía el traje del que iba enfrente.

-Necesito hablar con alguien a cargo – el castaño hizo presente su voz, los campesinos aun lo veían con duda. –No se preocupen, mis hombres solo vienen como mi guardia. Pero realmente necesito hablar con alguien importante – comento serio.

-Señor, lo llevare con el jefe a cargo de nuestra seguridad –menciono uno de los campesinos acercándose lentamente. –Sígame-

-Bien –contesto cortésmente, bueno por suerte en ese pueblo cooperaban de buena manera –Atención, nos mantendremos aquí un tiempo. Pueden ir a descansar si así lo desean. –hablo a su tropa. Para luego seguir al campesino...
-Amm, disculpe...-de repente escucho una voz algo tímida y paro. Volteo abajo donde provenía la voz y se topó con unos grandes ojos jade observándolo.
-¿Puedo bajar...? –Pregunto el pelirrojo algo apenado.
-Ah, claro... -el castaño bajo de su caballo y ayudo al pelirrojo; Kyle lo vio brevemente y pudo notar un pequeño... ¿sonrojo?
-Ah, Token llévate a mi caballo; Kenneth ven conmigo –anunció evitando ver al pelirrojo, eso realmente se le hizo incómodo. Sin embargo no sabía que le dio pena, si el a verse distraído y no recordar al pelirrojo o que lo observara con esos grandes y hermosos ojos... sacudió fuertemente la cabeza; no tenía tiempo de pensar en tonterías.

Kyle vio a ese hombre irse junto al rubio que le servía. Suspiro fuertemente.
Bueno ya había llegado, luego le agradecería el haberlo traído, ahora tenía algo más importante; llevar las medicinas a su amigo.

-Chico, ¿sabes de un lugar aquí donde pasar la noche? –interrumpió su camino un hombre moreno; quien detrás tenia a un rubio tembloroso.
-Ah, hay una posada pasando el sembradío. –menciono cortes. Aunque luego lo pensó bien, eran bastantes y en la posada apenas y cabrían la mitad de todos ellos.
Miro nuevamente al hombre moreno, y al pequeño rubio tembloroso.
-Pero no creo que haya tantas habitaciones... -dijo algo apenado –pero, si gusta usted y el rubio pueden venir a mi casa... tenemos un corral para que ponga a sus caballos, y si gusta puede decirle al...otro que puede pasar la noche también... -al final no sabía ni lo que decía, el moreno lo vio con la ceja alzada.-
-¿Te refieres al capitán? -
-Ah, sí, sí, el alto que se acaba de ir. Mi casa es grande y tenemos algunas habitaciones libres si gustan pueden pasar la noche ahí –se sonrojo, vamos cualquiera se pondría así.
-Está bien, gracias –
-Sígueme, por favor te llevare allá. Aunque primero debo ir a otra parte-
-Tranquilo, te seguiré -

Comenzaron a caminar, algo incomodos, o bueno el pelirrojo se sentía así.
Divisaron una gran casa blanca y pararon.
-Es aquí, subiré rápido. –el moreno solo asintió.
Antes que llegara si quiera a girar la perilla, se abrió la puerta y una chica rubia se abalanzo sobre él.
-Kyle, regresaste ¿estas bien?–grito alegre
-Ya Bebe, estoy bien...-metió la mano al bolsillo y saco los frascos. –Mira, la traje-
-¡Vamos!, hay que dársela... -sonrió.
La chica vio entrar al pelirrojo, y volteo a los dos hombres que lo acompañaban, nunca en su vida los había visto.
-¿Quieren pasar a esperar a Kyle? –fue lo único que se le ocurrió decir, no sabía ni que hacer, e invitarlos a pasar era lo único que paso por su mente.
Ambos entraron, y se sentaron a esperar.

-Eeey Craig, llegue –dijo mientras entraba a la habitación, se sorprendió al ver a su amigo recostado. Fuerte. Lo era, y lo sabía.
-Ah, Kyle, Bebe me dijo que fuiste a buscar mis medicinas...estúpido...pudo pasarte algo ¿Qué mierda pensabas?–hablo con enojo.
-Que podrías empeorar si no arriesgo mi trasero por ti imbécil, toma –no estaba enojado, de hecho, ya se había dado la idea de que su madre y Craig lo matarían. Pero no importaba era su mejor amigo y lo cuidaría.
-Pequeño imbécil –tomo los frascos que le daba el pelirrojo y tomo un sorbo de ambas botellas.
Puso cara de asco, realmente sabia repugnante. Suspiro, y aunque se sentía mal, se levantó.
Kyle rodo los ojos, ni siquiera hizo el intento de devolverlo a la cama, sabia lo testarudo que se pondría su amigo.
-Tengo hambre, bajemos -
Ambos se dirigieron abajo.
-Craig debo ir a casa a ver a mi mamá...-al llegar a la primera planta, vieron al hombre moreno junto a un rubio tembloroso. Y la chica cruzada de brazos. -...a demás debo tratar un asunto antes. Bebe, cuida de Craig vuelvo luego- hablo, volteo hacia su amigo y le sonrió –Te explico luego-

El príncipe herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora