Cap 17

257 24 0
                                    

-Entonces yo le dije que solo quería explorar, y él me ha castigado- sonó una voz con reproche.

-Pero...señorita, usted se había salido en medio de la noche y no regreso hasta después de tres días...-la voz de una mujer alta y de avanzada edad, con un vestido negro y un delantal color vino se hizo escuchar, mientras doblaba unas blancas sabanas y observaba a una chica de cabellera castaña.

-Bueno...Esther, esos son detalles mínimos...-

-Señorita, su padre realmente se encontraba enojado por eso, no lo culpo por decidir irse al imperio sin usted-

-Oh, ¿ahora estas de su lado? -bromeo con una fingida voz dolida y un puchero en sus labios.

-Claro, debo estarlo, es quien paga mi alimento -finalizo acomodando las almohadas en la cama, y riendo un poco.

-Ya veras, cuando tenga mi propia casa solo me llevare a Samar y Thompson...-menciono, cerro los ojos y cruzo los brazos.

-Bueno, solo cuando lo hagas no vuelvas corriendo y llorando porque Samar quemo tu comida, o Thompson quemo tus vestidos, Señorita. -la mujer salio de la habitación, dejando a una castaña pensativa, para después reaccionar y salir con velocidad tras la mujer.  
-Bueno... tal vez me convenzas de llevarte a mi casa si me preparas algo delicioso...-menciono mientras le daba una gran sonrisa a la mujer. Ella tan solo la miro con ternura y tomo su mano mientras le devolvía la sonrisa. 

-Bueno Señorita Heidi, después de que usted tome un baño, le preparare la cena. Avisare a Samar para que le ayude -

-Bueno-

Ambas mujeres sonrieron y caminaron por el pasillo, pero en un punto de este, se separaron. La mujer mayor fue directo a la cocina y la chica a una amplia habitación con decoraciones doradas.

-Ah, esto es tan cómodo...-la castaña estiro los brazos y disfrutaba la sensación en la gran bañera de porcelana.
-Señorita, aquí tiene, las han traído del jardín. -hablo una chica rubia con una vestimenta similar a la mujer mayor pero con un delantal morado, estiro la mano y le dio una pequeña bolsista de tela.

-¿Que es? -miro dudosa

-Gardenias -

La chica castaña abrió la bolsista y el delicioso aroma de aquellas flores llego a su nariz, hizo un gesto complacido y esparció un par en el agua. 
-Gracias Samar-

-De nada señorita -

-Samar...-

-¿Si, señorita?-
-Tus crees que vuelva...-hablo bajo, mientras jugaba un poco con el agua.

-¿Quien?- menciono mientras levantaba una ceja. La chica acerco un banco de madera y lo puso cerca de la bañera para luego sentarse.

-Tu sabes quien...-

-¿El joven? -

-Si-

-Seguramente, es el capitán del Oeste, debe volver. -

La castaña miro a la chica, lucia seria, era de espera ella era si. Suspiro profundamente y hundió la cabeza en el agua. Ambas quedaron en silencio; y siguió así el habiente hasta que la chica decidió salir del agua, y con la ayuda de Samar fue directo a su habitación. 


-Cuando termine de vestirse baje a cenar, señorita -fue lo único que menciono para luego salir de la habitación dejando a la castaña sola.

-¿Y la señorita?...-

-En seguida baja Esther -

-Bien, ayúdame a acomodar esto Samar -menciono con una leve sonrisa, ambas tomaron varios platos y servilletas de tela para llevarla a una enorme mesa de madera. Al terminar de colocar todo en la mesa, no paso mucho para que la joven castaña bajara y sentara en la mesa; empezando a degustar la comida con placer.

El príncipe herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora