Cap 11

410 35 2
                                        

Estaba sentado junto a su madre, Kenneth y Black. Cartman le había exigido que levantara a su madre para hablar, ya que era un tema de suma importancia.

Estaban en silencio, tan solo se oía la respiración de los cinco. Esperaban a la capitana Testaburger, antes de llegar a su hogar pidió a uno de los hombres que hacia guardia ir por ella a la posada.

-Ya estoy aquí ¿Para qué demonios me necesitas tan tarde? -pregunto enojada la pelinegra, quien al llegar ni se molestó en tocar.

-Siéntate Norte -la pelinegra obedeció de mala gana, tomando asiento a un lado de él. -Bien, Señora Bogerman, creo que usted sabe muy bien porque estamos todos aquí. -

La pelirroja solo se mantuvo seria, mirando frente a frente al capitán.

-Su hijo no sabe nada -hablo con firmeza. Todos miraban a ambos lados, en busca de respuestas. -Señora lo llevare conmigo, así que le dice usted o lo haré yo... -amenazo.

-No se atreva, imbécil -hablo con odio la pelirroja, Kyle miro a su madre sorprendido y preocupado, ella estaba alterada y su rostro contraído por la ira. -No me importa si es un capitán, no me importa lo que sea usted, no dejare que dañe a mi hijo-

-Espera... Oeste... -la pelinegra reacciono rápidamente, se daba cuenta de la situación. -¿El chico es...? - miro al castaño asentir. Sonrió, lo encontró, el estúpido encontró al hijo del rey.

-¿Mamá? -pregunto preocupado el pelirrojo poniendo la mano sobre la mujer. Estaba preocupado.

-Señora, no piense que deseamos dañarlo. Me ha mandado el rey antes de perecer...-

-¿Cómo piensa que le creeré? ¿Eh? Gerald me dijo que no confiara en nadie. Que protegiera a nuestro hijo - estaba alterada, estaba asustada. No permitiría que le hicieran daño, eso jamás.

-¿De qué hablan? ¿Mamá...? ¿Por qué hablan de mi padre? -pregunto el pelirrojo alejándose de la mesa, no entendía nada, su mente estaba confundida.

El castaño y la mujer miraron al chico, quien lucía confundido.

-Señora... -

-Kyle, vete a tu habitación, necesito hablar con el capitán... -ordeno su madre, el chico solo se quedó parado ahí, mirando con duda -¿No escuchas? LÁRGATE -grito enojada.

El pelirrojo obedeció, aun con dudas. Dejando solos a los adultos.

-Señora Bogerman, estoy aquí por él, el rey me dijo donde se encontraba usted y su hijo, debe creerme... -

-Escuche bien, los quiero fuera de mi casa, y lejos de mi hijo, no me importa si Gerald lo mando personalmente, no me importa nada. No permitiré que arriesgue la vida de mi hijo, ¿cree que no sé qué si la corte se entera de su existencia lo mataran? No dejare que dañen a mi hijo. -hablo con veneno en su voz.

-Por favor señora... -ahora fue la pelinegra quien hablo. Sin embargo no función de mucho, ya que la pelirroja se levantó y acerco a la puerta abriéndola.

-Fuera, ahora -miro con odio a todos los presentes, si nada más, todos salieron. Azoto la puerta irritada.

Toco su rostro y cerro fuerte los ojos, no le importaba si tenía que dar su vida, cuidaría de su hijo de todo y todos.

-Bien, ¿y ahora? -pregunto la pelinegra observando al castaño.

-Por lo pronto, dejar que todo esto se enfrié, convenceremos a la mujer y si no acepta, así sea a la fuerza nos llevaremos al chico-

.

.

.

.

El príncipe herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora