Capítulo 5: Desaparición

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Golden había terminado de castigar al castaño, estaban recostados en la cama cubiertos por las sabanas blancas como la nieve, aun se escuchaba el sollozo de Freddy, pero no importaba, el rubio lo había disfrutado.

-¿No fue divertido?- preguntó el rubio de forma satisfactoria. El castaño no respondió- Estas cansado, lo entiendo, yo igual, pero tengo que ir por unas cosas.

-¿C-Co-sas?

-Si, tu sabes, algunos juguetes para la próxima. Me gustaría no tener que irme, pero tengo que hacerlo- dijo levantándose y vistiéndose- Pero tranquilo, estarás seguro, todo estará cerrado por dentro y por fuera. Pero, si me entero que me desobedeciste y trataste de escapar,- se acercó a su oído y le susurró- tendré que volver a castigarte. Adiós, osito- le dijo cariñosamente dándole un par de besos en el cuello para después salir de la habitación.

Freddy se cubrió hasta la cabeza con las sábanas y escuchó como cerraba la puerta de la habitación, luego la de entrada y finalmente un auto alejarse. No habían pasado más de 2 minutos después de que Golden se fue cuando escucho su celular en un bolsillo de sus pantalones en el suelo. Se estiró hasta tomarlo, pero no alcanzó a contestar, miró la pantalla. "26 llamadas perdidas de Fred" leyó en la pantalla. El teléfono volvió a sonar, otra llamada del azabache.

[...]

-Te amo.

-Yo también osito...

Fred dormía plácidamente en el sillón, en medio de un silencio fúnebre. Todo estaba tranquilo hasta que tuvo un extraño sueño...

Estaba en un lugar oscuro, parecía desierto.

-Hola... ¿Freddy? ¿Conejo? ¿Cabeza de menstruación?- preguntó en busca de alguna respuesta, de quien fuera, pero nada. Camino sin un rumbo fijo hasta que a lo lejos distinguió una silueta familiar- ¿Freddy? ¡Freddy!- gritó corriendo hacia él.

-No- le dijo firme.

-¿Qué?

-No te acerques... por favor...

-¿Por qué no? ¿Estás molesto otra vez?

-Vete, rápido. No quiero que te haga daño.

-¿Hacerme daño? ¿Quién?- Freddy agachó la cabeza y detrás de el salió aquella persona que el azabache odiaba tanto- ¿Golden? Aléjate de Freddy antes de que te...

-Vaya, también me alegra verte, Fred.

-¿Qué haces aquí?

-Oh, nada en especial, solo, me divierto un poco con Freddy, tú sabes- le dijo abrazando al mencionado de la cintura, el castaño solo apartó la mirada.

-No lo toques...- le dijo entre dientes.

-O sino, ¿Qué?

-Te juro que si no lo haces te voy a...

-Déjalo, Fred- le interrumpió Freddy.

-¿Qué?

-Aléjate, por favor...

-Freddy...

-¿No lo escuchaste? ¡Dijo que te quiere lejos!- le dijo molesto Golden.

-Freddy, si me dices que quieres que me aleje de ti, lo haré, pero solo si...

-Vete... no quiero que te acerques...- le interrumpió con lágrimas en los ojos...

-Freddy...

-¡Ya lo escuchaste! ¡Largo!-Fred estaba por irse, pero escuchó el sollozo de Freddy. No veía a nadie, pero escuchaba un llamado de ayuda.

-¡Fred! ¡Ayúdame, por favor! ¡Me esta haciendo daño! ¡No,Golden! ¡FRED!

Llegó a ese punto del sueño en el que uno elige si quiere despertar o seguir durmiendo; movió sus brazos queriendo abrazar a Freddy para terminar con aquella pesadilla, pero al no sentirlo sobre él su miedo aumento.

-¡Freddy!- gritó despertando-Solo... solo fue un sueño...- se dijo a el mismo con la respiración agitada. Miró alrededor, la caja de pizza seguía en la mesa, la televisión estaba encendida, pero el castaño no estaba.

Se levantó del sillón y comenzó a buscar por la casa alguna señal de Freddy; revisó en la cocina, el patio de atrás, el armario que estaba junto a la entrada, su habitación, el baño, la habitación de su madre, pero ninguna señal del oji-azul. Comenzaba a entrar en pánico, solo faltaba un lugar donde buscar: la habitación de Freddy. Estaba por entrar, pero se detuvo y, como era su costumbre, tocó antes de entrar.

-Freddy, ¿estas ahí?- pregunto golpeteando la puerta-Freddy... Voy a entrar, ¿bien?-.entró a la habitación, pero de nuevo, nada.

Encendió la luz, pero no vio señales de su osito. Dió un par de vueltas, pero nada, cayó de rodillas y se frotó el rostro por la desesperación. Freddy había desaparecido de la nada y no había ni rastro de él. Sintió como sus ojos comenzaron a cristalizarse y limpió sus lágrimas de manera brusca; tomo su celular y buscó en sus contactos hasta encontrar el que buscaba. Llamó 1, 2,3, 8,13, 19, 26 veces, y nada.

-Está bien, última llamada,si no responde...- suspiró- tendré que buscar ayuda.

Se sentó en el sillón moviendo la pierna de forma nerviosa y marcó por última vez.

Llamada Telefónica

-¿F-Fred?

-Freddy, ¿en dónde estás? ¿Cómo se te ocurre irte así? ¿tienes idea de como...?

-A-Ayu-dame...- escuchó entre sollozos.

-¿Qué? ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

-Por- favor... ven... te... te nece-si-to...

-¡Voy por ti! ¡¿En dónde estas?!

-E-En la... caba-ña

-¡No te muevas, voy por ti!

Fin de la Llamada

El azabache se levantó del sillón, tomo de su habitación un arma corta que su padre había olvidado antes de marcharse y después de tomar su chaqueta subió a su auto y condujo en dirección al bosque.Freddy había olvidado un mapa que le había dado el rubio para llegar, no le fue necesario y lo dejo junto a su cama, facilitándole el trabajo al oji-negro.

Prometo cuidarte [Frededdy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora